Herman Webster Mudgett, mejor conocido como Dr. Henry Howard Holmes o H. H. Holmes, fue el primer asesino en serie americano, y su actuar data del siglo XIX, de fechas previas a los terribles crímenes de Jack el Destripador. En el momento de su ejecución, el 7 de mayo de 1896, la policía sospechó de él sobre un total de nueve asesinatos, y al momento de confesión se declaró autor de más de 100. Debido a que usaba tantos alias, se cree que, en la realidad, la cuenta asciende hasta las 200 víctimas.
El primer asesino en serie documentado de América: el Dr. Holmes
Como suele suceder en estos casos, la vida temprana de Herman, el primer asesino en serie documentado no fue nada sencilla. Desde muy niño, junto a sus hermanos, fue brutalmente abusado emocional y físicamente por parte de sus padres, quienes lo privaron de comida y lo encerraron solo durante largos períodos de tiempo. Se dijo que el padre de esta familia metía trapos empapados de keroseno en la boca de sus hijos para calmarlos cuando lloraban demasiado. Para escapar de los horrores de su casa, Herman, al parecer, acudía a una zona boscosa cercana. Fue justo allí donde se piensa que comenzó a desmembrar animales y a desarrollar un interés malsano en todas las cosas muertas.
También fue abusado por otros niños, algo que generó una ira que Holmes luego aplicaría en su actividad criminal. Aunque luego, al final de su vida, admitió haber nacido “con el diablo por dentro”, más que sufrir el efecto de sus experiencias traumáticas. Cuál fue el verdadero origen de la maldad de Holmes posiblemente sea algo que nunca lleguemos saber.
Además de ser un asesino en serie, el Dr. Holmes también fue un estafador. Todo empezó cuando era estudiante en la escuela de medicina en la Universidad de Michigan, Holmes obtenía dinero para pagar su carrera, robando cadáveres de la morgue y mutilándolos para aparecer como si hubieran sido heridos en algún accidente violento y cometer fraude con los seguros.
Además de eso, Herman también fue un bígamo, tenía tres esposas al momento de su muerte, y tuvo, además, una amante conocida (a quien también asesinó).
Uno de los hechos más terrorífico sobre el Dr. Holmes es que tenía su propio motel del horror, donde torturaba y asesinaba a la mayor parte de sus víctimas. Varias habitaciones del “Murder Motel” (Motel del Asesinato) o «Murder Castle» (Castillo del Asesinato), como se le ha apodado a este lugar, estaban insonorizadas y con tuberías de gas. Las víctimas, seleccionadas aleatoriamente, quedarían asfixiadas en estos lugares mientras Holmes miraba a través de mirillas colocadas estratégicamente para su sádico disfrute.
En su morada del terror, tenía una mesa de disección, o de deshuesado. En ella el Dr. Holmes sacaba la carne de los individuos cuyos esqueletos eran adecuados para muestras médicas, luego los restauraba y venía como «esqueletos articulados» a instituciones médicas inocentes alrededor del país. Además, Holmes tenía un pozo de cal y un crematorio, probablemente para deshacerse de las víctimas cuyos esqueletos no podía vender.
Finalmente, y tras sembrar horror en los Estados Unidos, H. H. Holmes, el primer asesino en serio conocido fue ejecutado el 7 de mayo de 1896 por el asesinato de su amigo y cómplice Benjamín Pitezel, pero el horror no termina allí. Holmes no sólo mató a su mejor amigo y socio comercial, sino también a tres de sus hijos. Holmes describió en su confesión cómo cortó a Benjamín Pitezel en pedazos pequeños y luego quemó los restos en una estufa de cocina «como si fueran algún objeto inanimado». Lo que hizo con dos de sus hijas fue asfixiarlas con el humo del tubo de escape un camión, encerrándolas centro de este. La descripción de su satisfacción durante el proceso es espeluznante. Los restos del tercer hijo de Pietzel fueron hallados enterrados en el jardín de una casa en Indianapolis.
Cabe decir que el Dr.Holmes aún hoy no termina de encajar en el perfil de asesino en serie usual, puesto que usaba los restos de sus víctimas con objetivos «prácticos», como venderlos.
El primer asesino en serie documentado de América, que resulta realmente extraño e inquietante. ¿Conocías este caso?
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