A día de hoy todavía no tenemos claro si existieron o no en algún momento de nuestra historia los dragones, o al menos, los dragones que todos tenemos en mente y que la mitología nos ha traído para hacernos soñar. La palabra «dragón» viene del griego y significa «serpiente voladora». Lo realmente curioso es que prácticamente todas las culturas de nuestro mundo tienen una referencia sobre ellos en sus mitos, grandes criaturas semejantes a saurios capaces de lanzar fuego por sus fauces, y además, de volar.
Son muchos los que dicen que los dragones son en realidad cocodrilos prehistóricos, o incluso gigantescos varanos con alas capaces de lanzar «veneno» por sus bocas. Sea como sea, a día de hoy todo son especulaciones sin conclusiones claras, y para la mayoría, es más fácil seguir aceptando que los dragones son sólo materia de sueños, de fantasías, excelentes personajes que habitar en libros como «Juego de Tronos».
Ahora bien, en ocasiones, fijamos nuestra curiosidad en criaturas mitológicas sin tener en cuenta que en nuestra realidad existen criaturas realmente asombrosas y maravillosas como dragones de mar y dragones de aire.
Son pequeños, y capaces de «volar» en los medios en los que habitan, y hoy, en Supercurioso te invitamos a conocer a dos animales tan increíbles como encantadores: los dragones de mar y los dragones voladores.
El dragón de mar foliáceo
Es elegante y mágico. Orlado por gran multitud de aletas de colores e incluso traslúcidas, este animal perteneciente a la familia del caballito de mar, puede llegar a medir hasta medio metro, y verlo nadar es todo un espectáculo, parece como un conjunto de algas deslizándose con lentitud por aguas poco profundas. Es un gran artista del camuflaje y se alimenta de pequeños peces en su fase larval, a través de su finísima y delicada trompa.
Vive en Australia, y aunque a simple vista te recuerde mucho a los caballitos de mar, es decir, a los hipocampos, está más emparentado con el pez aguja. A pesar de su tamaño más reducido, es un auténtico dragón, o al menos así lo llaman los biólogos, que a día de hoy, llevan a cabo una interesante investigación para saber más cosas sobre él, para averiguar con qué especies más puede estar relacionado. Los estudios se están llevando a cabo en el «Scripps Institution of Oceanography» de Australia, ahí donde se busca además un modo de protegerlos. Porque lo creas o no, estos preciosos dragones de mar están en peligro de extinción. Nadan muy despacio y no tienen demasiadas oportunidades frente a los depredadores, son muy sensibles a las tormentas, y lo peor de todo: se les utiliza para elaborar medicinas alternativas. Terrible.
El dragón volador
¿Te recuerda a un auténtico dragón? Casi-casi. Este simpático animal es en realidad muy pequeño, mide como máximo 23 centímetros, y lo más impresionante en él, es que tiene la capacidad de vuelo, o más bien de planear de árbol a árbol gracias a una piel que tiene en sus costados y en sus patas. Otro aspecto curioso del dragón volador es que sus costillas son móviles, de modo que en el momento de «planear», puede abrir sus alas aún más.
Viven en los bosques tropicales de Asia, es tan hábil como el dragón de mar para camuflarse, y come pequeños insectos. Cabe decir que el «draco volans»no está en peligro de extinción, y es, sin lugar a dudas uno de los animales más fascinantes de la naturaleza. En el siguiente vídeo puedes ver cómo se lanza al vacío para escapar de un depredador abriendo esos fascinantes pliegues de color carmesí que tiene en su cuerpo. Y al contemplarlo, estamos seguros de te va a recordar a un auténtico dragón. ¡Asombroso!
¿No te parecen dos criaturas asombrosas? Los dragones existen y están entre nosotros, aunque eso sí, en tamaños mucho más reducidos. Si te ha gustado este artículo conoce también al exocoetidae, el asombroso pez volador.