El vocablo cacahuete proviene de cacáhuatl que significa «cacao» o «cacao de la tierra». En varias regiones del planeta también es llamado maní (palabra de origen taíno). La realidad es que se trata de una planta y un fruto muy degustado debido a su rico sabor y propiedades favorables para el organismo. Sin embargo y aunque no lo creas, ¡también puede ser empleado para hacer dinamita!
Los orígenes
La planta de maní o cacahuetes fue cultivada desde hace más 7000 años. Los conquistadores españoles al arribar a tierras americanas, descubrieron en México el consumo de este alimento. Se piensa que los cacahuetes se pudieron haber desarrollado de forma silvestre en América del Sur y que sean originarios de las zonas más tropicales de este continente. El arqueólogo Tom Dillehay, nacido en Estados Unidos, halló restos de cacahuetes en la región de Perú de hace 7840 años aproximadamente.
¡El cacahuate puede convertirse en un alimento explosivo!
A pesar de que posiblemente nunca lo habrías imaginado, la dinamita está confeccionada con cacahuetes. El aceite que produce tiene la propiedad al ser procesado de generar glicerol, que a su vez es empleado para fabricar nitroglicerina, uno de los elementos de la dinamita.
Son varias las denominaciones que recibe el fruto y la planta de maní o cacahuete alrededor del mundo. Por ejemplo en México y en algunas partes de España se le conoce por cacahuete, en Andalucía y Murcia se les llama avellanas; y en Islas Canarias y Vigo recibe el nombre de maníes o panchitos.
Otra parte utilizable de los cacahuetes son las cáscaras, dado que es un desecho que muchas veces se usa como forma de combustibles de calderas, aunque desprende demasiadas cenizas y humo. También se emplea para el alimento de ganado porcino a pesar de no contener alto valor de proteínas, como forma de cultivo para hongos y como sustrato para distintas aves de corrales.