No, no se trata de una secuela de Viaje a las estrellas, ni de otra película de ciencia ficción, sino de una de las aventuras científicas más apasionantes de las últimas décadas y cuyo protagonista es el Gran Colisionador de Hadrones (LHC, por sus siglas en inglés), que ya ha entrado en la historia de la física gracias a los resultados de su primera “carrera”, y que culminó con la confirmación de la existencia de la partícula denominada Bosón de Higgs.
Brevísima descripción e historia del Colisionador
El LHC (Large Hadron Collider) se encuentra en el laboratorio del CERN, siglas en francés del Consejo Europeo para la Investigación Nuclear, cerca de Ginebra, en Suiza. Es el acelerador de partículas más grande del mundo, con 27 kilómetros, a 100 metros de profundidad y entre dos países, Francia y Suiza. En su diseño y construcción participaron más de 2.000 físicos de 34 países, e inició operaciones en 2008, aunque debido a una serie de dificultades no funcionó del modo esperado sino un año después. Se llama colisionador porque hace chocar a una velocidad apenas por debajo de la velocidad de la luz dos haces de protones, de manera tal que puedan seguirse y estudiarse las partículas que surjan de la colisión.
En su primera “carrera” de 2009 a 2013, el LHC logró producir y detectar una partícula que respondía a las características del bosón de Higgs, prevista en la década de los sesenta y fundamental para explicar el comportamiento de otras partículas y de la materia en general.
La “resurrección” del LHC
El domingo 5 de abril de 2015 se puso en marcha nuevamente el acelerador de partículas.
Desde 2013 el Colisionador estuvo detenido mientras se le hacían cambios con el objetivo de hacerlo más potente y adecuado para esta nueva etapa o “carrera”, que se iniciará en junio de 2015.
Buscando la materia oscura
La intención al duplicar la potencia del acelerador es, entre otros objetivos, crear colisiones que permitan la aparición y detección de partículas de la hasta ahora esquiva y teórica materia oscura. Los físicos creen que en el universo la materia que conocemos ocupa apenas el 5%, mientras el 95% restante está compuesto por materia y energía oscura.
Los investigadores del CERN esperan obtener los primeros resultados de esta nueva etapa a mediados de 2016. Y como suele suceder en la ciencia, es probable que los nuevos descubrimientos generen más preguntas que respuestas.
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