Aunque la historia de este hombre pueda parecer propicia para realizar bromas y comentarios de dudoso gusto, el sufrimiento y la angustia por las que pasa nos deberían hacer recapacitar. Dale Decker es un estadounidense de Wisconsin que sufre PSAS (Desorden persistente de excitación genital) lo que le lleva a tener aproximadamente 100 orgasmos al día. Sin duda es una extraña patología que está destruyendo la vida de Dale. Por suerte, hay motivos para la esperanza.
El accidente
Dale Decker, padre de dos hijos, no se imaginaba que ese simple gesto fuera a suponer semejante penitencia. Se encontraba sentado en una silla y cuando fue a levantarse sintió un fuerte dolor en su espalda, acababa de sufrir una hernia discal, una enfermedad que aunque resulta dolorosa y molesta no suele tener unas consecuencias tan graves.
Una ambulancia vino a recogerlo a su casa, en el trayecto hacia el Hospital Dale se dio cuenta de que algo no iba bien, tuvo más de 5 orgasmos. Aunque es un síndrome difícil de diagnosticar, los médicos dijeron que la hernia discal posiblemente hubiera afectado a uno de los nervios que controlan el placer sexual.
La vida de Dale había cambiado para siempre…
Su nueva vida con 100 orgasmos diarios
Los orgasmos que sufre Dale, son orgasmos secos (sin eyaculación) y su «potencia» es mucho mayor que la de un orgasmo habitual. El no poder controlar cuando le vienen estos orgasmos le hizo a Dale tener que dejar el trabajo, la vergüenza que le provocaba no le permitía continuar.
Pero ahí no acababan los problemas. Tampoco podía salir a la calle, pasaba muchos apuros cada vez que se producía uno de estos «ataques» y sabía que la gente no lo iba a comprender. Poco a poco la relación con sus amigos, esposa e hijos se fue deteriorando. Los dos hijos de Dale no conocían el trastorno, le daba mucha vergüenza tener que explicarlo y es por ello que lo trataba de ocultar. No podía salir con ellos al parque, no podía ir a verlos actuar en las funciones, poco a poco la relación se fue disipando y acabó desapareciendo.
Dale incluso cuenta que durante el funeral de su padre sufrió varios orgasmos, se sentía una persona horrible teniendo orgasmos en estas situaciones o delante de sus hijos.
Dale Decker estaba al borde del abismo, sabía que esta enfermedad acabaría con él. Pero logró recomponerse, se dio cuenta de que el mejor remedio era hablar de su enfermedad en público y pedir ayuda.
Una oportunidad para Dale Decker
Pese a que se trata de una enfermedad extraña, hay médicos que podrían ayudar a Dale a recuperarse mediante una intervención quirúrgica. Esto también le permitirá recuperar su vida, su trabajo, su familia y sus amigos.
Esperamos que la vida de este hombre vuelva a sus cauces habituales y se recupere pronto. Nosotros le seguiremos la pista a la historia. Os dejamos con un video-documental en el que Dale Decker y sus allegados cuentan lo que están viviendo.