Si estás buscando cuál es el material biológico más duro del mundo, ya tienes respuesta: son los dientes de lapa. Algunos estudios aseguran que los dientes de tales animales acuáticos son extremadamente resistentes.
El estudio que lo reafirma
En este caso, el estudio que demuestra que estos dientes son potentes y muy duros ha sido realizado por investigadores de la Universidad de Portsmouth, en el Reino Unido, que observaron de cerca y con materiales precisos los dientes de lapa.
De la seda de araña, que pensaban que era realmente el material biológico más duro hasta el momento, se ha pasado a los dientes de lapa. De hecho, la seda de araña ha servido para construir desde chalecos antibalas a ordenadores, productos distintos y tan dispares que se utilizan en diversas industrias.
Los dientes de lapa
La lapa es un animal que vive en el fondo del mar, que tiene conchas de tipo cónico y que son de diversos colores. Tras esta investigación, se ha sabido que sus dientes pueden ser copiados para funcionar en barcos o coches, sobre todo en sistemas de transportes.
Así, los dientes de lapa tienen una fuerza mucho más potente que la seda de araña, por lo que van a sustituir a otros materiales actuales en diversos campos de actuación. Al parecer, los estudios señalan que los dientes están formados por un mineral duro que utilizan las lapas para poder raspar en las superficies rocosas. Lo utilizan para acabar con las algas y alimentarse.
Los investigadores, al comprobar de cerca los dientes de lapa, vieron que las estructuras fibrosas que tienen son muy potentes y altamente resistentes. Pues ahora sirven para la construcción de barcos, aviones y mucho más. Tras el descubrimiento, los dientes de lapa van a ser utilizados para muchas aplicaciones y, no sólo eso, sino que se pueden imitar a la perfección para introducirlas en la industria mecánica e ingeniera para hacer coches de carreras y hasta las estructuras de aeronaves. Vamos, del agua a la NASA.
Cada día descubrimos novedades en este mundo curioso, gracias a los estudios de muchos investigadores. Hoy son los dientes de lapa, pero mañana quien sabe, ¿Conoces algún otro material biológico resistente?