Un gran misterio y un desafío para la ciencia. ¿Una pila capaz de generar electricidad en la antigüedad? Resulta imposible de creer, puesto que como ya sabes, fue el señor Volta quien introdujo las pilas en el 1800, un sistema elemental elaborado a base de discos de zinc y cobre, separados a su vez por trozos de cartón. Pero ¿Y si te dijéramos que en el siglo III se elaboró lo que parecen ser dos auténticas pilas eléctricas?
Los jarrones eléctricos de Bagdad
Estos jarrones fueron descubiertos en 1936 en Bagdad junto a un conjunto de objetos. Pero estos dos jarrones de arcilla en forma de cilindros se alzaron de inmediato como uno de los desafíos más contradictorios de la historia. No eran solo jarrones, no eran meros objetos decorativos para contener agua o cebada, en absoluto. Estos objetos datados en el siglo III, tienen un cilindro de cobre en su interior fijado a la embocadura y dentro del cilindro, a su vez, una vara de hierro. ¿Sospechoso, verdad?
El primero en valorar que podía tratarse de una pila eléctrica, fue el arqueólogo alemán Wilhelm König. ¿Y qué mejor modo de probar su teoría que poniéndola en práctica? En efecto, no lo practicaron sobre los propios jarrones, sino que elaboraron unos iguales copiando su mecanismo para probar si algo así podía llegar a funcionar. Y así fue. Eran unas auténticas pilas capaces de generar electricidad y de alumbrar a las gentes de aquella época con su rudimentario pero eficaz sistema.
Pero seguro que te preguntarás qué tipo de electrolito podían llegar a utilizar en aquella época para inicIar el mecanismo: según los científicos, es muy posible que usaran vinagre o zumo de uva con total efectividad.
Obviamente, y como no podía ser de otro modo, también están los detractores de esta teoría, aquellos para quienes los jarrones de Bagdad son simples Ooparts a los que no hay que prestar demasiada atención. ¿Cómo aceptar tremenda tesis? ¿Que en aquellos años las personas ya podían dar luz a sus tareas en la noche o en sus habitaciones? Admiten que efectivamente dichos jarrones están diseñados para generar electricidad, pero que no existe prueba alguna de que supieran para que servía. De hecho, para ellos no contienen el suficiente alambre como para originar la activación, tampoco se han encontrado restos del tipo de electrolito «exacto» que debieron utilizar. Por lo tanto no tenían demasiada idea de lo que estaban haciendo cuando las construyeron.
Contradictorio ¿verdad? ¿para qué diseñar un objeto si uno no tiene idea de la finalidad que ha de tener dicho mecanismo? No tiene mucho sentido, y es por ello que aún hoy, las pilas de Bagdad generan muchas dudas y debates.
Como última curiosidad hemos de decirte que el 11 de abril de 2003, y durante el conflicto de Irak, el museo de Bagdad fue invadido y saqueado. Fueron tres días de continuo expolio y destrucción, donde estas piezas, desaparecieron sin dejar rastro. Un legado que se esfumó de la noche a la mañana, quedando solo la estela de un desafío que nunca podrá ser resuelto.