Hoy en Supercurioso queremos hablarte de una raza de perro muy concreta y excepcional: el pastor blanco suizo. Nos llama la atención no sólo por su belleza, sino por su color y su peculiar carácter. Podríamos decir que cada perro tiene sus particularidades, pero si además su raza determina unos matices únicos debidos a causas genéticas, el tema se vuelve aún más interesante.
Te diremos sólo que durante mucho tiempo se llegó a pensar que el pastor blanco suizo era albino, pero en realidad la ciencia moderna nos ha demostrado que no es así. No obstante, a largo de los años 20 la mayoría de criadores de perros los rechazaban por ser «indeseables», por ser poco más que «errores de la genética». Algo cruel que, afortunadamente, ya es cosa del pasado.
¡No te pierdas la oportunidad de saber más cosas de estos perros encantadores!
El pastor blanco suizo, un perro de gran sensibilidad
El pastor blanco es, por encima de todo, un perro de compañía. Si hay algo que adora es formar parte de una familia, tener unos referentes, servir de ayuda y sentirse querido «como parte de un núcleo social». De ahí, que se diga a menudo del pastor blanco suizo que es uno de los perros más sensibles que existen: necesitan sentirse queridos y, de ser abandonados, caen en un estado de inmovilidad y depresión muy característico.
Al pastor blanco suizo le encantan los niños, no es agresivo y es uno de los perros más receptivos a la hora de aprender, de ahí que sean de los preferidos para adiestradores o personas que llevan una vida activa y que disfrutan llevando a sus perros a todos sitios para aprender cosas nuevas y experimentar con la naturaleza. Son simplemente magníficos.
A simple vista es posible que te recuerden mucho al pastor alemán, de hecho, durante un tiempo se pensó que eran sus descendientes. ¿Es esto cierto? La verdad es que no, y que el pastor blanco suizo ya pastoreaba en las tierras alpinas de Suiza y Alemania antes del siglo XIX, mucho antes de que apareciera el pastor alemán. Era un perro de montaña, habituado a estar con los pastores, con rebaños y en casas de campo.
Un dato a tener en cuenta es que durante mucho tiempo esta raza de perro fue muy rechazada por los criadores. Se consideraba que eran «defectuosas» y que ese color blanco era rasgo de un problema genético. Y si a día de hoy contamos con esta raza en nuestra actualidad, es porque muchos campesinos los criaron a escondidas en sus tierras y algunos americanos quedaron tan prendados de ellos que se los llevaron a Canadá y a Estados Unidos, donde la raza se extendió con facilidad.
El pastor blanco suizo no es albino, tal y como se pensaba. Dispone en realidad de un alelo recesivo «el melanocortin-1 receptor (MC1R)» en la extensión (E)» de los genes, y de ahí, ese pelaje. Ahora bien, lo más común es ver pastores suizos de color crema, puesto que para obtener pastores de color blanco, ambos padres deben tener dicho gen recesivo simple. Algo curioso que los hace aún más excepcionales.
No obstante, más allá de su color y de su belleza, quienes tienen un perro de este tipo solo alaban su carácter: es noble, leal, inteligente y el mejor compañero «de vida» que se pueda tener. Y ahora dinos… ¿tienes tú también un pastor blanco suizo?
Si te ha gustado este artículo, descubre también 5 cosas que puedes aprender de tu perro.