Dicen que el primer amor nunca se olvida, que queda guardado en la caja de los recuerdos que todos llevamos en nuestros corazones. En efecto el primer amor, haya sido bueno o malo, es la iniciación y la apertura a un montón de sentimientos, emociones y sensaciones no experimentadas. Abrir nuestro corazón a su primera experiencia de amor es, por tanto, un hito en la vida de cualquier persona.

¿Quién no recuerda a aquel compañerito o compañerita especial en el salón de clases? Ese que no podíamos dejar de mirar. ¿Quién es capaz de olvidar su primer beso, y la primera vez que caminó de la mano con otra persona? Un mar de sensaciones inundan el descubrimiento del amor. Emoción, ilusión, ansiedad y temores, se pueden conjugar con facilidad en el descubrimiento de este sentimiento que atraviesa por completo la vida humana.

Ninguno de nosotros viene a este mundo con un manual sobre materia afectiva. Así que los errores y los dolores están a la orden del día en el plano del amor. Es parte de la vida y el aprendizaje saber que el amor tiene sus matices y no siempre sale bien. Está en nosotros internalizar lo que nuestros amores han venido a enseñarnos. Las primeras experiencias son fundamentales. Queramos o no, nos marcan, nos enseñan, aportan a nuestra  madurez y visión del amor, de cara a próximas experiencias. En Supercurioso te invitamos a acompañarnos en estas reflexiones sobre ese primer amor, el inolvidable.

¿Es verdad que el primer amor nunca se olvida?

El primer amor nunca se olvida. Es verdad.

¿Cuántos años tenías cuándo tuviste tu primera ilusión amorosa? La afectividad, e incluso la manifestación de nuestra sexualidad, se expresa desde edades muy tempranas. Si llevas tu memoria a los primeros años de tu vida, probablemente te veas a ti mismo a los cinco, seis o siete años, y recuerdes a tu corazón latir por algún amigo o amiga del colegio.

Ya que lo recuerdas, tenlo presente cuando tu hijo, hermano o primo pequeño, te cuente que se siente enamorado. Escúchalo y trátalo con dulzura. Cualquier actitud burlesca podría generar malestares muy profundos. Para un pequeño ésta es una declaración con alto contenido emocional, y según como se maneje, podrá sentar buenas bases para su autoestima.

Si piensas en tu propia vida, te darás cuenta que el primer amor nunca se olvida por una razón fundamental: abrió la puerta de tu corazón y tus emociones. Aquella primera vez que sentiste tu corazón latir con fuerza a la espera de una cita. La sudoración de tus manos mientras le observabas. Los nervios que hacían difícil sostener la mirada. Las horas que pasaste sólo pensando en esa persona, en su rostro, en su manera de hablar, en sus manías. Todo se resume en el descubrimiento del sentir, inspirado por otro ser humano. Eso hace que, aunque pueda ser breve, quede marcado en el alma.

¿Por qué lo recordamos siempre?

El primer amor nunca se olvida. Es verdad..

  • El primer amor es inocente: Lo mejor del primer amor es que no está en tus planes. No tienes ninguna predisposición especial a encontrar pareja. Es algo que simplemente sucede. Ese alguien se aparece frente a tus ojos y de repente no puedes dejar de pensar en su rostro. El sentimiento va creciendo de a poco, de forma inocente y sin malicia. Esa mágica sensación de inocencia es parte de las razones por las que el primer amor nunca se olvida.
  • Estreno de sensaciones: La primera experiencia sentimental está llena de experimentación. Son un millón de cosas nuevas las que descubres, tanto buenas como no tanto. El primer beso, por ejemplo, marca un hito inolvidable en la vida de todos. Recordarás seguramente dónde y cómo fue, cual de los dos tomó la iniciativa, y si hubo algún gracioso momento de torpeza para recordar. Tu primera experiencia sexual, la sensación de los celos e incluso la primera ruptura, son de esas experiencias que sólo el primer amor nos puede dar.
  • Juventud y posibilidades sin fin: Cuando recuerdas tu primer amor, seguramente pensarás ¡qué joven estaba! En efecto, el primer amor nos lleva a una época de juventud, de novedades, descubrimientos, hormonas. Momentos en los que las posibilidades eran infinitas y las promesas de eternidad no faltaban. El primer amor no se olvida porque nos lleva a revivir una etapa de la vida en la que sentimos que todo era posible.

Definitivamente que el aspecto sentimental engloba partes fundamentales de nuestra vida. Somos criaturas emocionales, con necesidades afectivas, por lo que de manera instintiva siempre estaremos en búsqueda de ese compañero o compañera con el cual compartir el camino, los buenos y malos momentos. De manera consciente o no, a casi todos nos seduce la idea de envejecer al lado de la persona que amamos.

El primer amor nos enseña a entender y dar forma a las relaciones de pareja posteriores. A saber cómo nos gusta ser amados, qué es lo que nos puede llegar a inspirar de otra persona, lo que valoramos en una relación sentimental, lo que toleramos y lo que no, nuestros vuelos románticos expresados en frases de amor. En este sentido, el primer amor no se olvida, tanto por los recuerdos de un pasado de ilusiones, como por las lecciones que pueda habernos dejado para aprender a amar más y mejor.