En Supercurioso te habíamos hablado del síndrome de Cotard que provocaba que una persona creyera que estaba muerta. Esta vez queremos hablarte de otro trastorno muy particular, un síndrome muy angustioso que hace que quién lo padece esté absolutamente seguro de que sus genitales se están retrayendo progresivamente hasta desaparecer. ¿Puedes imaginarlo? Se trata del síndrome de Koro, la cual no es una afección física, sino que tiene un estricto carácter psicológico, sin embargo esta puede llevar a la autolesión y la histeria colectiva. Veamos de qué se trata.
El Síndrome de Koro: cuando desaparecen tus genitales
1. Origen del Síndrome de Koro
Se considera que el síndrome de Koro tiene su origen en Asia, concretamente en el sudeste, atribuido a circunstancias de carácter cultural. Se cree que el término «Koro» procede de Indonesia y significa «cabeza de tortuga», una parte del cuerpo del anfibio que efectivamente es retráctil. Las primeras referencias a este síndrome se encuentran ya en un texto chino del año 300 a. C., aunque no fue reconocido como tal hasta 1970. A partir de este momento en que fue catalogado como trastorno psiquiátrico, se han detectado múltiples brotes en el sudeste asiático.
Esta afección, en los casos más particulares, puede hacer que angustia se propague, haciendo pensar que el síndrome de Koro es contagioso e infectando así a toda una comunidad, lo que, indudablemente, provoca la sensación de contagio en masa y genera histeria colectiva. Aunque se considera que su origen está en Asia, también se han hallado casos de este síndrome en África, América y Europa.
2. ¿En qué consiste el Síndrome de Koro?
Como podrás adivinar, el síndrome de Koro consiste en la creencia que los genitales disminuyen su tamaño progresivamente y que desaparecerán en algún momento. En los hombres esta disminución se refiere evidentemente a su pene y en las mujeres puede aplicarse tanto a los pezones como a los labios vaginales; cabe señalar que no hay una condición fisiológica que ocasione una pérdida progresiva de tamaño en estos lugares, por lo que se designa a afecciones psicológicas.
El principal síntoma de este síndrome es la ansiedad, otros síntomas comienzan a dibujarse posteriormente en el cuadro patológico hasta llegar incluso a un intenso miedo a morir; este último se origina a causa de que hay quienes creen que sus genitales no sólo están disminuyendo su tamaño, sino que están hundiéndose en su cuerpo, lo que podría ocasionar fallos en otros órganos que irían empeorando a cada instante.
El síndrome de koro, por demás, se divide en dos categorías: El Koro primario y el secundario. En el caso del primario, suele presentarse en India y el sudeste asiático en general (Malasia, Filipinas, etc), pues es allí donde las creencias de carácter místico se encuentran más arraigadas. El koro primario despierta el temor por la muerte en los pacientes, además de una intensa ansiedad cuyos episodios pueden durar dos días seguidos. Quienes sufren koro primario alegan que su mal se debe a un conjuro o castigo divino a causa de la masturbación o promiscuidad.
En el caso del síndrome de koro secundario, este se da en lugares aislados y aparece posteriormente como efecto de un trastorno psicológico de base, como lo es el caso de la esquizofrenia. Generalmente quienes tienen episodios intensos y prolongados de ansiedad, pueden reflejar este síndrome, aunque no se presenta el temor a morir ni tampoco las autolesiones.
3. ¿Cómo se manifiesta este síndrome?
Muchas veces, en el caso de los hombres, especialmente, lo que dispara este síndrome es el la retracción real de los genitales por efecto del frío o de alguna influencia externa. Aunque esta es una reacción fisiológica normal que se soluciona a corto plazo, la persona que padece Koro no es capaz de percatarse de que todo está volviendo a la normalidad. Tiene la sensación de que este efecto se está exacerbando a medida que pasa el tiempo.
Aunque este síndrome puede desaparecer en pocos días, también se puede volver algo crónico y la angustia que provoca puede tener fatales consecuencias, dependiendo del paciente. En el caso de los hombres, tienen la sensación de que su aparato reproductor se irá retrayendo hasta desaparecer en su bajo vientre y en el caso de las mujeres, si es que sufren Koro respecto a los pezones, creen que quedarán como una masa uniforme. Realmente angustioso.
Cuando la ansiedad llega a una fase extrema muchos de los pacientes pueden llegar a recurrir a métodos físicos para evitar perder sus genitales, por ejemplo usando cordeles y cables o sosteniéndolo y tirando con sus manos. Estas prácticas pueden provocar graves heridas que hay tratar rápidamente para evitar males mayores.
4. Tratamiento
Como podrás adivinar, la intervención psicológica e incluso psiquiátrica en algunos casos es imprescindible para manejar el síndrome de koro. En el caso del koro primario, además del acompañamiento clínico, debe haber una fuerte presencia de la educación sexual, que conciencie al individuo y le imposibilite entrar nuevamente en el síndrome, además de reservar la tranquilidad en la comunidad y evitar los episodios de histeria masiva.
Para el desarrollo del diagnóstico, el especialista debe tener en cuenta los aspectos de la vida sexual del paciente y su historia psiquiátrica, también es preciso descartar que se trata de un trastorno dismórfico corporal, evaluar las creencias del paciente y revisar si hay laceraciones, moretones o heridas de cualquier tipo en los genitales, con esto podrá definirse si se trata de koro primario o secundario.
Así finalizamos nuestro artículo sobre este particular síndrome. ¿Te imaginabas que algo así existiese? ¿Qué piensas respecto a él? ¡Déjanos tu comentario!