Suele decirse que a lo largo de nuestros mares, son habituales esas presencias misteriosas. Esos gigantes de hierro que navegan a la deriva como almas en pena, como criaturas de otro tiempo que se han perdido en el océano del tiempo. Barcos fantasma como el SS Baychimo.
Podríamos decir que dentro de esta categoría, solemos encontrar dos tipos de fenómenos muy particulares. En primer lugar están esas embarcaciones cuya tripulación ha desaparecido sin dejar rastro y sin que se conozca su historia con detalle. En el otro tipo, encaja el buque del que vamos a hablarte hoy, navíos que aparecen y desaparecen a lo largo de los años, como impulsados por una fuerza extraña.
El SS Baychimo es el barco fantasma más famoso de las costas de Alaska. Fue abandonado en 1931 tras un accidente, para después, desaparecer misteriosamente. Son muchos los barcos que se han encontrado con él a lo largo de los años, viene y va como una criatura esquiva, errante y de alma triste, pero con una fuerte voluntad.
El SS Baychimo, un buque de carga noruego
Estamos en 1914, año en que este buque de carga parte por primera vez para seguir las rutas comprendidas entre Suecia y Hamburgo, hasta que con el inicio de la Primera Guerra mundial, se decide utilizarlo para otros fines. Es entonces cuando emprende viajes más largos con objetivos comerciales, los cuales le llevan a frecuentar muy habitualmente las costas de Alaska.
Decían del SS Baychimo que era un navío tan poderoso como un dragón de hierro, desafiaba con aplomo cualquier océano, cualquier tempestad, avanzando con seguridad por escenarios helados sin ninguna dificultad. Llegó a hacer nueve rutas a lo largo de toda Alaska, hasta que llegó el 1 de octubre de 1931 y su «aire inexpugnable» se desvaneció por completo.
Fue una feroz tormenta la que provocó que el SS Baychimo quedara atrapado entre unos enormes témpanos de hielo. Lo positivo de este incidente es que la tripulación pudo salir por su propio pie, atravesando esos bloques helados y refugiándose durante dos días hasta que fueron rescatados. Cuando volvieron a por el barco, descubrieron que el SS Baychimo, se había liberado por sí mismo de los bloques de hielo y navegaba ahora a la deriva.
Una semana después organizaron una expedición para rescatar el barco, pero una nueva tormenta de hielo truncó los intentos de la naviera por recuperar a su fiel SS Baychimo. Según las propias palabras del capitán, estuvieron siguiéndolo durante dos días, hasta que la nieve les obligó a tener que volver a puerto, no sin antes, ver como el SS Baychimo, se hundía en las aguas de Alaska.
EE Baychimo, el barco fantasma con voluntad propia
No queda claro si lo que vio el capitán de aquella expedición fue verdad o no. Tal vez afirmó que el SS Baychimo se había hundido para dar por finalizada esa persecución, o puede que lo viera desaparecer verdaderamente en el agua, para más tarde volver a emerger «por voluntad propia». Todo un misterio. Sea como sea, unos pocos meses después un cazador nativo indicó a la naviera que había visto el barco a solo 72 kilómetros de donde había ocurrido el accidente.
Fue entonces cuando la tripulación organizó un nuevo viaje para, esta vez sí, abordar el SS Baychimo y recuperar parte de la carga. Se valoró que las condiciones en las que estaba no eran muy buenas, así que se optó, sencillamente, por abandonarlo, por dejarlo a la deriva. Fue entonces cuando se inició la leyenda.
Si el barco fue abandonado en 1931, a lo largo de los años siguientes fue avistado en numerosas ocasiones y se mantenía en perfecto estado, tanto, que fueron muchos los que intentaron abordarlo. Se dispone de muchos testimonios que afirman que cada vez que entras en su interior, de inmediato, empiezan a aparecer bloques de hielo rodeando el barco, como criaturas aparecidas de la nada para amenazarlos. Y aún más, si en alguna ocasión se ha intentado remolcarlo, la tarea ha sido siempre imposible debido a las fuertes tormentas que se desatan de la nada, dificultando toda tarea.
El SS Baychimo parece tener voluntad propia. Es un alma errante que parece disfrutar de su soledad y libertad. De hecho, se sabe que a día de hoy ha llegado a las zonas del Ártico, de ahí que el gobierno de Alaska organizara en el 2006 una expedición para dar con él. ¿Lo encontraron? En absoluto. Son muchos los que afirman que el SS Baychimo, reaparecerá cuando él así lo quiera.
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