Se trata de una de las enfermedades más antiguas registradas. Una cepa voraz, infecciosa y crónica, considerada un enigma y cuya procedencia todavía es incierta. Pero un grupo de científicos cree haberse aproximado al origen de la Lepra a partir del análisis de varios esqueletos infectados por la enfermedad y de un antiguo genoma. ¿Habrán encontrado finalmente una respuesta a este misterio de hace miles de años? El resultado de este estudio reciente es completamente inesperado.
El supuesto origen de la Lepra revelado en estudio reciente
El bacilo de Hansen, conocido científicamente como Mycobacterium leprae, identificado como el causante de la lepra, es una bacteria de multiplicación lenta que puede tardar en aparecer a 5 años del contagio. Fue descubierta en tejidos infectados por el médico noruego G. Armauer Hansen, en 1874. Y aunque se piensa que es una enfermedad del pasado, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la lepra aún existe en 115 países.
Es una enfermedad con una reputación temible, sobre todo por la apariencia que adquieren los enfermos. La necrosis cutánea y deformidad en las manos son algunos de los síntomas más reconocibles de la lepra. Sobre esta cepa se discutía que pudo haber surgido en China, en el este de África o en el Medio Oriente. Sin embargo, una nueva investigación, publicada en la revista PLOS Pathogens, le ha dado la vuelta a las teorías existentes con datos totalmente nuevos que podrían, tal vez, aproximarnos al origen de la Lepra.
Los investigadores estudiaron al menos una docena de esqueletos leprosos y analizaron un antiguo genoma. La cepa más antigua fue encontrada en un esqueleto de hace mil 600 años, proveniente de Great Chesterford, un pueblo en Essex, Reino Unido. Con muestras de este tipo, los científicos descubrieron que en la Europa Medieval ya existía una cantidad de diversidad en las cepas de la lepra, lo que para ellos es indicativo de que esta enfermedad quizá ya estaba bien arraigada en todo el continente europeo.
«Ahora sabemos por este estudio que las diferentes comunidades propagan la lepra al noroeste de Europa, en comparación con aquellos pueblos que pasaron diferentes cepas a Europa central y sudoriental, que pueden haberse diseminado a lo largo de la Ruta de la Seda hacia China, y a través de la antigua rutas comerciales a África, » estableció en un comunicado la autora Helen Donoghue, de la Universidad de Londres.
Uno de los puntos más curiosos de este trabajo ha sido identificar la misma cepa de la lepra en las ardillas rojas de hoy en día. ¿Habrán sido estos animales los principales impulsores de la enfermedad? Los autores de este estudio creen que es una posibilidad que las ardillas esparcieran la enfermedad en todo el Período Medieval.
No obstante, el trabajo de los investigadores no concluye con este reporte, pues de acuerdo con el Dr. Andrej Benjak, del Instituto Global para la Salud, en Suiza, habría que seguir estudiando la diseminación pasada del M. leprae para identificar los mecanismos que contribuyen a la persistencia de la enfermedad en países endémicos.
Habrá que esperar para saber si efectivamente fue a partir de las ardillas que empezamos a sufrir esta enfermedad. ¡Seguiremos informando!