Es lógico e inevitable que con el avance de la tecnología haya ciertas costumbres que cada vez queden más olvidadas. Una de las tradiciones más mágicas y nostálgicas es la escritura y el envío de cartas. El encanto de plasmar los pensamientos de nuestro puño y letra, la ilusión de la espera por recibir las palabras que llevamos tiempo esperando… Unas emociones que merece la pena recordar y rendirles homenaje cuando la ocasión lo requiere. Si, como nosotros, eres un nostálgico empedernido y quieres celebrar una ocasión especial transmitiéndole un mensaje importante a una persona especial, te damos unos cuantos consejos para que consigas el efecto que te has propuesto. ¿Nos acompañas?
El encanto de las cartas para tus seres queridos
1. Cuida la presentación de la carta
Si bien es cierto que lo más importante se encontrará en el interior de la misma, en el uso de tus palabras, tampoco debemos olvidar que el envoltorio es nuestra carta de presentación (y nunca mejor dicho). Asegúrate de escoger un sobre adecuado para la ocasión que tenga en cuenta los gustos de la persona que lo recibirá (aquí puedes comprar sobres baratos de todo tipo e inspirarte para tu elección: desde los estilos más clásicos hasta los más artísticos, modernos o vintage), y procura que tu caligrafía sea también agradable. En el futuro, se convertirá en un bonito recuerda.
2. Escoge bien cómo transmites tu mensaje
Si has decidido comunicar tu mensaje por medio de una carta, una vía que en la actualidad no es la más rápida ni la más práctica, es porque debes tener algo importante que transmitir. Por eso, no tiene ningún sentido que pretendas sentarte a escribir sin más, dejando fluir todos tus pensamientos en completo desorden. Muy por el contrario, te recomendamos que reflexiones bien acerca de qué quieres decir y, sobre todo, cómo quieres decirlo, ya que a menudo es esto segundo lo que marca la diferencia. Sírvete de algunos borradores antes de lanzarte a escribir tu carta final, ordena tus pensamientos y sé lo más conciso posible con tus palabras.
3. Un bonito ejercicio de introspección
Escribir una carta no es sólo algo que estés haciendo por y para otra persona, sino que suele convertirse en una buena manera de entablar una conversación sincera contigo mismo. Enfrentarte a una hoja de papel en blanco que está esperando a ser rellenada es un ejercicio inmejorable para conocerte mejor. Un reto donde deberás establecer prioridades, reflexionar acerca de la importancia de lo que quieres comunicar y de qué representa para ti la persona o las personas a quienes vas a enviarles tu misiva. Por ello, es importante que escojas un momento tranquilo y un espacio adecuado que te permite reflexionar y escribir en plena paz contigo mismo.
¿Por qué hemos dejado de enviar cartas?
Tal como comentábamos al inicio de nuestro artículo, el avance de la tecnología ha revolucionado por completo nuestro modo de comunicación, convirtiéndola en una acción inmediata independientemente de la distancia que nos separe de nuestro interlocutor. Asimismo, también se han diversificado los medios de comunicación: además del habla o la escritura mediante las cartas escritas, ahora contamos con las aplicaciones de mensajería instantánea, las redes sociales, el correo electrónico, los smartphones… Un sinfín de opciones que, sí, nos empujan a comunicarnos constantemente con los demás, pero de alguna forma también nos complican el estar en contacto con nosotros mismos y reflexionar acerca de lo que queremos transmitir.
Con esta reflexión, nos despedimos. Eso sí, no sin antes animarte a que nos dejes un comentario contándonos tus impresiones. ¿Crees que la comunicación era mejor antaño o en la actualidad? ¿Eres de los que todavía escribe cartas en ocasiones especiales? ¿Quieres compartir con nosotros alguna experiencia que hayas tenido a lo largo de tu vida enviando o recibiendo alguna carta importante? Escríbenos, estaremos encantados de leerte. 🙂