¿Se imaginan ser enterrados vivos? Pocas cosas en la vida pueden ser tan terribles y aterradoras. Continúa leyendo y descubre las escalofriantes historias de estas 3 personas que fueron sepultadas aún con vida.

Enterrados vivos: 3 escalofriantes casos

La catalepsia, también conocida como el estado de “muerte aparente”, se caracteriza como un estado repentino en el que se pierde la movilidad y la sensibilidad. La persona en cuestión yace completamente inmóvil y sin aparentes signos vitales. En algunas ocasiones puede ocurrir de forma voluntaria pero en otras puede ser inducida mediante algunas drogas y plantas.

1. Niurka Berenice Guzmán Reyes

Niurka Berenice fue una reconocida bailarina de República Dominicana. Una mañana la joven de 23 años fue hallada sin vida, al parecer se había tratado de un infarto al miocardio. Días después del funeral y posterior entierro, una amiga de Niurka le comentó a la mamá que presentía que Niurka estaba viva.

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La madre de Niurka creyó lo que le dijo la joven y ordenó la exhumación del cuerpo. Al desenterrarla, las autoridades constataron que Niurka estaba muerta pero también evidenciaron signos de asfixia. En otras palabras, la joven murió enterrada.

2. Octavia Smith Hatcher

En el año 1891 un misterioso virus azotó al poblado Pikeville, en Kentucky. La mordedura de una mosca hacía caer a las personas en un profundo estado de coma, aunque tiempo después volvían a reaccionar. Tiempo después se descubrió que se trataba de la mosca tsé-tsé.

Octavia Smith Hatcher fue una de las primeras personas del poblado en enfermar, por lo que cuando quedó inconsciente, sus familiares y el doctor pensaron genuinamente que había fallecido. Acto seguido celebraron el funeral y la enterraron. Sin embargo, al enfermar más personas y luego despertar del estado de coma, el viudo de Octavia, James Hatcher, ordenó la exhumación del cuerpo.

Al abrir el ataúd todos los presentes se encontraron con una terrible escena de terror. Octavia tenía las uñas de sus manos partidas y ensangrentadas y el reverso de la tapa del ataúd estaba completamente arañada. Además, la expresión del rostro de la joven mujer expresaba el terror que debió sentir en sus últimos minutos de vida.

3. Rufina Cambaceres

Rufina Cambaceres constituye uno de los primeros casos de catalepsia registrados en Argentina. La joven, perteneciente a la alta sociedad, fue encontrada sin signos vitales en su recámara el mismo día en que se disponía a celebrar su cumpleaños número 19.

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Su familia la sepultó en el Cementerio de la Recoleta esa misma noche. Pero lo que sucedió después es todo un misterio. Al parecer, uno de los cuidadores del cementerio escuchó ruidos provenientes del Mausoleo, por lo que llamó a la familia de la joven. Cuando ingresaron encontraron a Rufina tirada en el piso boca abajo con el rostro lleno de rasguños.

Se cree que Rufina sufrió un caso de catalepsia y cuando despertó en el mausoleo, se desesperó y  en sus intentos por salir de la urna se maltrató su propio rostro. Cuando logró salir el miedo la invadió y del susto le dio un infarto en ese mismo lugar.

Ser enterrado vivo, definitivamente debe ser, por mucho, una de las situaciones más aterradoras a la que cualquier persona puede llegar a enfrentarse.

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