Cuando acudimos a una entrevista de trabajo, siempre tratamos de dar la mejor impresión posible. Sin embargo, el lenguaje corporal es algo que muchas veces obviamos y que nuestro interlocutor puede descifrar. Descubre 7 gestos de tu cuerpo que pueden leerse y arruinar una entrevista de trabajo.
7 gestos de tu cuerpo que pueden leerse y arruinar una entrevista de trabajo
1. Apretón de manos débil o demasiado fuerte
El apretón de manos debe ser firme pero no apabullante. Si es demasiado flojo pareceremos carentes de confianza, pero si es excesivamente fuerte denotará intención de dominar.
2. Cruzar los brazos
El cruzar los brazos o las piernas establece una barrera física entre entrevistador y entrevistado. Hay que evitar estos gestos de tu cuerpo para no dar la impresión de que quieres mantenerte alejado e inaccesible o de que eres una persona de mente estrecha que no admite otras opiniones. Las manos a los lados o en el regazo darán mejor impresión.
3. El contacto visual
El contacto visual es importantísimo en una entrevista. No ha de ser excesivo ni escueto. Se considera que mantener la mirada entre 7 y 10 segundos es lo ideal. Más rato puede interpretarse como agresividad y evitar la mirada produce la sensación de que escondes algo sospechoso e incluso puede resultar inquietante.
4. Gestos exagerados
Si gesticulamos exageradamente, moviendo mucho las manos y los brazos, pareceremos caóticos y desordenados. Seguro que nuestro entrevistador no busca esas «cualidades». También pueden dar la impresión de que faltamos a la verdad, mientras que utilizar pequeños gestos acompañando nuestras palabras hará que parezcamos honestos, inteligentes y dignos de confianza.
5. Manos en la espalda o en los bolsillos
La manos en la espalda o en los bolsillos te impedirán moverte con soltura y parecerás rígido y poco flexible. También puede dar a entender que estás mintiendo, ya que cuando se falta a la verdad, muchas veces se esconden las manos.
6. Toquetear objetos
Lo mejor es no toquetear los objetos que tengas a tu alcance. Si jugueteamos con bolígrafos, libretas, clips… parecerá que estamos ansiosos y angustiados porque no tenemos la preparación suficiente. Tampoco debemos tocarnos la cara o la nariz, ya que podemos parecer deshonestos, ni el pelo ya que denota inseguridad.
7. Apretar los puños
Las manos deben permanecer visibles, abiertas y relajadas. Si por nervios cerramos los puños, daremos la sensación de estar a la defensiva y listos para discutir con el entrevistador.
Para acabar, sólo decir que es muy importante también mantener una distancia personal adecuada y no avasallar ni tocar al entrevistador, si lo hacemos daremos entender que no respetamos los límites personales y esto puede a la larga ser un problema en un puesto de trabajo.