La familia Kennedy es considerada parte de una especie de «realeza política» de los Estados Unidos y desde el presidente John F. Kennedy, mejor conocido como JFK, muchos otros portadores del apellido han sido célebres políticos, miembros de Gobierno y gente de negocios. Entre estos destacados familiares de uno de los presidentes estadounidenses más célebres de la historia, hubo una que vivió una trágica experiencia. Descubre la historia de la hermana de JFK a la que le hicieron una lobotomía en secreto.
La lobotomía secreta que le hicieron a la hermana de JFK
Los padres de John F. Kennedy, Joseph Patrick Kennedy Senior y Rose Elizabeth Fiztgerald tuvieron a su tercera hija el 13 de septiembre de 1918, pero el parto fue increíblemente dramático.
El obstetra de Rose fue llamado a la casa de los Kennedys, pero con una epidemia de neumonía estallando en Boston, no pudo llegar antes de que el bebé entrara en el canal de parto.
Una enfermera, desesperada por detener el parto hasta que llegara el doctor, mantuvo las piernas de la señora Kennedy cerradas. Cuando esta estrategia fracasó, alcanzó el canal del nacimiento de Rose y mantuvo la cabeza del bebé en su lugar durante unas agónicas dos horas. De acuerdo con la escritora Kate Clifford Larson, autora del libro Rosemary: The Hidden Kennedy Daughter, «era bien entendido que impedir el movimiento del bebé a través del canal del parto podría causar falta de oxígeno, exponiendo al bebé a posibles daños cerebrales y discapacidad física».
Ese bebé era Rose Marie Kennedy, bautizada con ese nombre en honor a su madre. Más tarde apodada Rosemary, su vida sería una de lucha, angustia, negligencia médica y abandono. Pero el legado de Rosemary Kennedy no es una historia de tragedia, es una historia de un poder silencioso que con el tiempo eventualmente cambiaría la calidad de vida de las personas discapacitadas y mentalmente enfermas en todo su país.
Rose sabía que su hija era diferente. Aunque externamente, ella era como cualquier otro Kennedy, con la sonrisa fácil de su padre y el nido de pelo oscuro de su madre, la niña no era tan activa como sus hermanos mayores Joe Jr. y Jack. Le costó mucho estar en la escuela y muy pronto las discapacidades de Rosemary se volvieron imposibles de ignorar, y años más tarde, al tratar de entender los problemas de su hija, Rose buscó el consejo de los médicos, que devolvieron el diagnóstico de «retraso mental», «accidente genético» y «accidente uterino».
La familia Kennedy contrató tutores y cuidadores que la mantuvieran cómoda en casa, pero al ver a sus hermanos ir y venir, Rosemary empezó a sentirse molesta y confundida. Ella solía sufrir «ataques», que podrían haber sido convulsiones o episodios de enfermedad mental, explica Clifford Larson. Por miedo a la vulnerabilidad de Rosemary, Rose nunca la dejó salir sola, sin embargo, Rosemary a menudo huía.
Dado el estigma que existía alrededor de las enfermedades mentales durante la época, enviar a Rosemary a una institución era una opción demasiado extrema para Rose y Joe Sr. Incluso para los ricos, los hospitales para las personas con discapacidad eran casas de horror.
Joe Sr. estaba ocupado planeando la carrera política de sus dos hijos mayores. Queriendo evitar el escándalo y buscando una cura para el comportamiento errático de su hija, comenzó a hablar con el Dr. Walter Freeman y su asociado, el Dr. James Watts, los principales practicantes de lobotomías en América. En ese momento, el procedimiento se anunció como una cura para los discapacitados físicos y los enfermos mentales, pero sus notorios efectos negativos eran bien conocidos. Los experimentos que llevaron a la lobotomía -o leucotomía, como también se le llamaba- produjeron resultados variados, que a veces condujeron a convulsiones o a la muerte.
La hermana de Rosemary, Kathleen se opuso a que la sometieran a este tratamiento, pero Joe Sr. decidió seguir adelante con la cirugía. Años más tarde, Rose diría que no tenía ni idea de eso y que Joe Sr. tomó la decisión solo. Además, se presume que a Rosemary no le informaron de lo que le harían.
A sus 23 años, Rosemary fue admitida en el George Washington University Hospital donde le realizaron la lobotomía. Después de esto perdió su habilidad de caminar, hablar y pasaría veinte años aislada de su familia. Nunca volvió a ser la misma.
¿Qué te parece el caso de la hermana de JFK? ¿Lo conocías? ¿Permitirías que aplicaran a tu hijo un tratamiento tan agresivo para «intentar curarle» sabiendo de las posibles consecuencias?
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Imágenes: Wikimedia Commons