Como suele decirse, sobre gustos no hay nada escrito. Hay quien colecciona viejos discos de vinilo, figuras articuladas de superhéroes, sellos, peluches o minerales. Así que ¿por qué no coleccionar terroríficas muñecas malditas? No hace falta ser el matrimonio Warren para tener este interés por supuestos objetos malditos. Katrin Reedik, es una chica escocesa que afirma que no hay nada más interesante que tener en casa estas singulares muñecas. Piezas únicas que va adquiriendo poco a poco por parte de esas personas, que afirman tener graves problemas con ellas al experimentar fenómenos extraños.
Seguro que te interesa conocer con más profundidad a esta mujer y su extraña afición. ¿Estás listo? Pues, ¡Empecemos amigo Supercurioso!
Katrin Reedik, la coleccionista de muñecas malditas
Quizás en tu infancia te hiciste aficionado a coleccionar alguna cosa. Autos de colección en modelo escala, álbumes de barajistas o discos. Pero si te apasionan las historias de terror y el universo paranormal, seguro que Katrin Reedik te causará, cuando menos, simpatía.
La afición de Katrin por los fenómenos paranormales es relativamente tardía. Fue en el 2008 cuando, viviendo en Estonia, experimentó en piel propia la singularidad de ver una presencia en la casa donde ella vivía. Para cualquier persona este hecho hubiera sido bastante para no desear saber nunca nada más sobre el tema, para sentir un escalofrío cada vez que se escucha la palabra “espíritu”, “fantasma” u “objeto embrujado”.
En el caso de nuestra protagonista escocesa, fue todo lo contrario. De vuelta en Glasgow empezó a ahondar en el tema de los objetos malditos, y en especial en las muñecas malditas de porcelana que habían sido poseídas por algún espíritu. Como la misma Katrin Reedik ha explicado, no se trata de que las muñecas dispongan de una personalidad maligna propia, en absoluto. Las muñecas son simples “receptáculos”. Medios donde las entidades del más allá pueden introducirse para evidenciar su presencia.
Un movimiento, un gesto, el parpadeo de un ojo… es algo al parecer muy habitual, un tema del que Katrin Reedik se alza a día de hoy, como una de las mayores expertas en muñecas embrujadas de Reino Unido. Y dispone de 13. Trece peculiares muñecas a las que cuida con sumo cuidado. Te sorprenderá saber que tiene dos niños pequeños y que no tiene miedo alguno de que “pueda pasar algo”.
Obviamente, todos tenemos en mente a la malévola muñeca Anabelle, pero al parecer, tal y como nos dice la propia Katrin, suelen ser inofensivas, ya que lo único que hacen, es cambiar de posición de vez en cuando. De ahí, que cuando ella no está en casa, suela contratar incluso a una niñera para “vigilarlas”. ¿Sorprendido? Nosotros también.
¿Cómo distinguir a las muñecas malditas?
Seguro que llegado este momento te preguntes cómo esta mujer se asegura de adquirir una auténtica muñeca embrujada. Bien, Katrin Reedik suele pagar entre 12 y 600 euros por estos objetos tan especiales, y antes de adquirirla, se asegura de que disponga de una historia de incidentes en la familia en la que convivía.
Katrin Reedik dice cada muñeca contiene el espíritu de una persona diferente que ya ha fallecido, pero que continúa utilizando el mismo nombre que tenía en vida. Lo que suele hacer es dejarlas en una habitación junto a una grabadora para poder registrar “posibles voces”, comprobando así si están poseídas o no, si son en realidad muñecas malditas, o se trata de una confusión.
Y en efecto, muchas de ellas dejan palabras, frases, mensajes de esa entidad que albergan en el interior de estos pequeños cuerpos de porcelana, puntillas y vestidos de época. Según nos explica nuestra protagonista, las muñecas son puertas al más allá, ahí donde se queda parte de la esencia de esas personas que antes estuvieron en el mundo de los vivos. Entre su colección de 13 muñecas malditas, hay algunas que son sus favoritas.
La colección de muñecas malditas de Katrin Reedik
1. Mystical
La primera muñeca que adquirió le llegó desde Estados Unidos y le costó tan solo 12 euros. Nada más verla supo que no se trataba en absoluto de un objeto normal. Se llamaba Mystical y había acertado de pleno.
La muñeca disponía de unos ojos fuera de lo común, y, esa misma noche, ya empezó a experimentar pequeñas muestras de que en su interior “transportaba un espíritu”.
2. Michael
Michael es solo un niño, una criatura que demanda que lo atiendan y jueguen con él. Es tanta su energía, que cuando Katrin juega con sus hijos, se percibe una voz pidiendo “mamá, juega conmigo”
3. Ashley
Ashley es una mujer que falleció en un accidente de tráfico y sufrió mucho al tener que desprenderse de forma tan abrupta del mundo de los vivos. Se manifiesta escondiendo las llaves del coche, para evitar que a la familia le ocurra lo que a ella.
4. Pearl
Pearl, si bien no se manifiesta de una manera específica, es de las muñecas malditas favoritas de Katrin Reedik, por su fuerte energía. Es una joven que se quitó la vida con apenas 20 años.
5. Treena
Y la más interesante delas muñecas malditas es probablemente Treena, otra mujer que falleció a los 30 años quemada en una hoguera tras ser acusada por brujería. Increíble, sin duda.
La verdad es que desconocemos qué hay de real y qué de incomprensible fascinación en la práctica de esta mujer. El mundo está lleno de personas singulares con aficiones paradójicas que podemos comprender o no. Pero lo que no podemos negar es que es una auténtica excentricidad digna de aparecer en nuestro espacio para ávidos súpercuriosos como tú.
Así que ahora dinos… ¿Qué opinas de la historia de Katrin Reedik y su peculiar afición? ¿Coleccionarías tu también muñecas malditas que han ocasionado fenómenos paranormales en otras casas? ¿O preferirías tenerlas a kilómetros de distancia? Anímate a dejarnos todas tus opiniones en un comentario. ¡Estaremos encantados de leerte!
Y si este tema ha llamado tu atención, no te pierdas en el artículo en el que te contamos las 10 pistas para saber si tu casa está embrujada. ¡Te sorprenderán! ¡Hasta la próxima! Y bueno, si el tema de las muñecas malditas te ha llamado la atención, te invitamos a conocer a Robert, el muñeco maldito.