Si eres admirador de Bruce Lee, seguro que sabes a qué nos referimos cuando hablamos de «el golpe de la pulgada». Para quienes conozcan al famoso personaje por todas aquellas míticas películas, pero no sepan de qué estamos hablando, lo aclaramos de inmediato. El golpe de la pulgada era una técnica que popularizó Bruce Lee y que se basaba en dar un violento e increíble golpe a una distancia de poco más de una pulgada. ¿Que no lo crees? Puedes comprobar el gran efecto del golpe en este video y luego te seguimos contando:
El poder de la mente para Bruce Lee
Todo un maestro del control, la elegancia y la precisión. Ver aún hoy uno de sus vídeos ejecutando el famoso Golpe de la Pulgada, nos deja sencillamente asombrados. A simple vista, el puño de Bruce Lee apenas dispone de distancia suficiente para coger velocidad y fuerza, pero sin embargo, el efecto ejercido frente al contrincante, es brutal. ¿A qué se debe? ¿Fue quizá también un maestro de la física?
Según Jessica Rose, una investigadora biomecánica de la Universidad de Stanford, al propinar este golpe, lo que hacía Bruce Lee era ejercer un movimiento preciso y rapidísimo, que empezaba con las piernas. Según nos dice la propia doctora:
«Justo cuando va a dar el famoso golpe de la pulgada, puedes ver cómo sus piernas se estiran con una rápida y explosiva extensión de sus rodillas, algo así causa el rápido giro de sus caderas, el cual ofrece potencia a su brazo con el que poder dar ese impacto al puño»
Visto a cámara lenta podemos admirar cómo al mismo tiempo, su muñeca se impulsa de un modo increíble al extenderse el codo, impactando así un golpe certero y brutal hacia su contrincante; después, Bruce Lee retira la mano casi al instante.
¿Y por qué lo hace? sencillo, porque esto reduce a su vez el tiempo de impacto, comprimiendo la fuerza y haciéndolo aún más poderoso. Algo tan increíble que escapa casi al ojo humano. Es como si el viento y una precisión maquinal, guiara a su vez cada uno de sus movimientos para configurar un golpe más que perfecto.
Ahora bien, puede que llegado este punto pienses que en el fondo, Bruce Lee era un hombre particularmente fuerte. Pero la verdad es que la fuerza no era tan necesaria. Bruce Lee era especialmente hábil e inteligente. Tenía una filosofía propia que integraba a su arte único, a esa expresión corporal que ha fascinado a más de dos generaciones. No tenemos más que recordar ese famoso discurso que popularizo hace unos años un anuncio de televisión. Seguro que recuerdas aquellas palabras:
«Vacía tu mente, se amorfo, moldeable, como el agua. Si pones agua en una taza se convierte en la taza. Si pones agua en una botella se convierte en la botella. Si la pones en una tetera se convierte en la tetera. El agua puede fluir o puede golpear. Sé agua amigo mío»
Esta idea se ajusta muy bien a la idea de su Golpe de una Pulgada. Ahí donde no existe la fuerza, sino en una coordinación perfecta por parte de Bruce Lee donde debe coordinar sus piernas, brazos, caderas, rodillas, muñecas y codos… ahí donde según los científicos, existe a su vez un pico perfecto de aceleración realmente preciso y eficaz, para propiciar el golpe.
Para los expertos, este genio de las artes marciales coordinaba a la perfección la neurociencia con la musculatura y el concepto del movimiento. Para Ed Roberts, otro de los científicos que investigó la técnica de este golpe, determinó que en Bruce Lee el músculo por sí solo no provoca fuertes golpes, sino que se trata de una precisa sincronización de movimientos, aceleraciones y aceleración de las articulaciones, ahí donde se ejecutan golpes realmente asombrosos.
Golpes que, como diría en propio Bruce Lee, no vienen de nuestros músculos, sino desde la fuerza de nuestra mente.