Los hábitos y costumbres de nuestra vida diaria han ido evolucionando con los años. El valor del tiempo y cómo lo invertimos se ha vuelto una prioridad, en especial en las grandes ciudades, en las que el tráfico y el estrés están a la orden del día, y cada minuto cuenta, para aprovecharlo con nuestras familias y amigos. El hogar se ha llenado de tecnologías que hacen que nuestra calidad de vida y tiempo libre aumenten. ¡Y hay que aprovecharlas! ¿Has pensado en cuanto tiempo de tu semana te quita lavar los platos? Si estás pensando en integrar un buen lavavajillas compacto a tu vida, echa un vistazo a esta comparativa y no te arrepentirás.
Es un hecho que la tecnología invadió nuestras casas y lo podemos comprobar en cada esquina. Los picadores automáticos hicieron que nos olvidáramos de cortar las verduras al modo tradicional. Los dispositivos para regular el encendido e intensidad de las luces, nos hicieron iluminar los ambientes a nuestro antojo, sin siquiera levantarnos de la cama. Los lavavajillas son quizás de los mejores inventos para el hogar, pues nos ahorran el tiempo y aburrimiento de tener que lavar los platos de forma manual.
Si bien lo común es creer que los lavavajillas son lujos para casas grandes y cocinas con mucho espacio, la tecnología evolucionó para que ahora los lavavajillas compactos estén al alcance de cualquiera que desee comodidad y ahorrar tiempo en su rutina diaria. Los modelos tradicionales están alrededor de los 60 centímetros, pero si vives en un departamento pequeño y no cuentas con ese espacio en tu cocina, hay muchas opciones que puedes considerar para incluir este fantástico electrodoméstico en tu vida diaria.
Piensa cómo sería llegar a casa y encontrarte con la torre de platos, cubiertos y vasos que quedaron sucios del fin de semana. Dejarlos relucientes te llevará al menos unos veinte minutos, que podrías invertir en darte una ducha o recostarte a ver algo en la tele. Si tienes algún espacio de unos cuarenta a cincuenta centímetros en tu cocina, puedes resolver en dos minutos el problema que representa esa torre de platería sucia, con la ayuda de un lavavajillas compacto. Acompáñanos a conocer cómo han evolucionado estos prácticos aparatos a lo largo del tiempo.
¿Cómo evolucionaron los lavavajillas?
Quizás puedas pensar que los lavavajillas son un invento de reciente data, así que puede que te sorprenda descubrir que el primero de estos aparatos se inventó en el año 1850. Fue fabricado en Estados Unidos, y utilizaba medios mecánicos para mover los platos en una fuente de agua. En 1889, Josephine Cochran hizo evolucionar un poco este primer modelo, pero también de forma manual.
Fue recién hasta 1924 cuando se inventó el modelo conocido como de carga frontal, en el Reino Unido. En este aparato se incluyeron mejoras, algunas de las cuáles aún permanecen, tecnificadas. Tenía tuberías permanentes, una rejilla de alambre para sostener los platos y un brazo rociador de agua giratorio. Unos cuantos años después,en 1940, este modelo evolucionó, para incluir la función de secado.
En esta etapa, los lavavajillas eran aparatos portátiles, que se trasladaban y usaban sólo cuando eran necesarios. Por esta misma causa, su uso estaba reservado sólo a los interesados, pero no era un aparato masivo. Fue recién cuando las formas de construcción de las cocinas se modificaron, que entró a formar parte de la cotidianidad. Las encimeras de cocinas fijas dieron entrada al lavavajillas como un accesorio permanente, que se ubica generalmente cerca del fregadero.
Fue aproximadamente desde 1970 cuando la popularidad del lavavajillas se disparó, y desde entonces no ha parado de utilizarse, ni de evolucionar. Se han hecho importantes cambios en las rejillas que reciben los platos, permitiendo introducir platos de hasta 28 centímetros. También, algunos modelos incluyen bandejas para los cubiertos, en vez de canastas. Esto con el fin de que la limpieza sea más profunda.
Funcionalidades como la velocidad, los silenciadores y la eficiencia energética, se combinan con los diseños novedosos, modernos y ¡más pequeños! A la hora de escoger el tuyo, debes fijarte en elementos como el número de programas que maneja el lavavajillas, y cuáles realmente necesitarás, las temperaturas de lavado que ofrece, las funcionalidades de reducción de tiempo del lavado, o de ahorro de agua o energético. Otros aspectos menos técnicos pero igual de importantes, como el diseño, los colores o la ubicación de los controles, también debes chequearlos antes de hacer tu compra.
La evolución de la tecnología al servicio del hogar, hace que tener un lavavajillas compacto en una vivienda pequeña, sea posible, cómodo y práctico. Además, encuentras múltiples opciones que se adaptan a todos los bolsillos. Quizás llegó la hora de olvidarte para siempre de la esponja. Terminar el almuerzo y ver que esa torre de platos sucios van a estar limpios en pocos minutos, sin que tengas que hacer el menor esfuerzo, es seguramente una idea muy reconfortante. Entra en el mundo de la comodidad y añade un lavavajillas compacto a tu cocina. ¡Seguro que no te arrepentirás!