Los biólogos dicen de ellas que son las criaturas más desagradables que podamos encontrar el océano. Y no es precisamente por su aspecto, que tampoco es especialmente adorable, sino por su comportamiento y por su habilidad para producir una compleja baba a su alrededor, similar a un espeso limo tan repulsivo como curioso.
Se alimenta -o mejor dicho, succiona- cadáveres que se encuentran en el lecho marino. Se adhiere con su extrañísima boca muy semejante a la de las lampreas sobre el cuerpo sin vida y putrefacto y ahí puede quedarse días y días nutriéndose. Feliz y satisfecho. ¿Y cuál es el nombre de la criatura? Myxinos o «peces bruja». Unas criaturas muy primitivas que también merecen su espacio en Súpercurioso.
¿Te gustaría conocer algo más sobre los Myxinos?
Habitantes del fondo marino
Nuestros protagonistas no tienen ojos ni mandíbula. Disponen de cráneo, eso sí, pero no de columna vertebral, algo realmente inusual dentro del mundo animal. El hecho de no disponer de mandíbulas hace que en ocasiones sean confundidos con las lampreas y aunque pertenecen a la misma familia, son algo diferentes…
Disponen de dos especies de estructuras horizontales provistas de dientes, que usan para clavarse con fuerza sobre algún otro animal, por lo general otros gusanos, aunque hemos de decir que los «Myxinos» son necrófagos: su pieza favorita son los cadáveres. Entran por algún orificio del animal muerto y lo van «absorbiendo» y devorando con plácida calma. Por lo general disponen además de otra estrategia muy hábil para comer dichos cuerpos sin vida: hacen un nudo en su cuerpo envolviendo al cadáver, después, agujerean la carne con la punta de su cola mientas que con la boca, van degustando su pieza.
Puede que te estés preguntando por el tamaño. ¿Deberíamos asustarnos al ver uno de estos «peces bruja»? La verdad es que no mucho, por lo general miden unos 20 centímetros. Pero eso sí, solo los más pequeños, porque se han visto Myxinos de 127 centímetros. Interesantes especies que habitan siempre en los mares más fríos y en las profundidades.
Pueden tener hasta cinco corazones
Así es, los «peces bruja» por lo general, disponen de un corazón principal con dos cámaras. Pero suelen verse muchos de estos animales con 5 corazones adicionales: 2 cardinales, 2 caudales y uno portal. Algo realmente fascinante que hace de ellos unos seres dignos de estudios para biólogos y naturalistas. Aunque como siempre decimos en Supercurioso, preferimos ver a todo animal en su hábitat natural, antes que en un laboratorio para ser estudiados.
Comentarte además que existe una pequeña controversia alrededor de los Myxinos. Hay quien no quiere denominarlos «peces», ni compararlos aún menos con las lampreas. Se dice, que el linaje de estas criaturas es muy primitivo, tan antiguo que de hecho se desconoce desde cuando llevan habitando en los lechos de nuestros océanos.
Otra característica de los Myxinos es que son largos, muy largos, vermiformes y capaces de exudar grandes cantidades de un especie nauseabundo moco o baba pegajosa, que les permite escaparse rápidamente cuando son atrapados. Esta característica les ayuda además a poder introducirse en cualquier cavidad, en cualquier agujero del suelo marino o de otros animales para, sencillamente, alimentarse de ellos. Otro uso de esas babas tan particulares y desagradables, es la de cubrir con ellas a todo cadáver que encuentran.
Exudan su espesa baba a través de los poros de su piel, y revisten con ella todo el cuerpo sin vida del que desean alimentarse. ¿Y qué consiguen con esto? que ningún otro carroñero se acerque a esa pieza en particular. Como ves, el «pez bruja» no será precisamente uno de nuestros animales favoritos dentro de las especies marinas, pero no por ello podemos dejar de admirar su particularidad. ¿Qué te parece a ti?
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