La vida de Xica da Silva ha inspirado a numerosos libros, películas y telenovelas. Descubre la verdadera y fascinante historia de la esclava que se convirtió en Reina.

¿Quién fue Xica da Silva?

Francisca da Silva de Oliveira o Xica da Silva fue una hermosa esclava que nació en Serró Frío, Brasil en 1732. Xica fue hija de la esclava María da Silva y del portugués Antônio Caetano de Sá.

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Uno de los primeros dueños de Xica fue un acaudalado hombre conocido como el sargento Manuel Pires Sardina, éste era dueño de unas propiedades en el Tijuco, con él tiene su primer hijo: Simão Pires Sardina. Aunque el niño no aparece en el registro de bautismo como hijo del sargento, éste lo liberó y lo nombró como uno de sus herederos en su testamento.

Después Xica es vendida a José da Silva y Oliveira Rolim, con quien convive hasta que a éste es condenado a prisión por participar en una de las primeras rebeliones independentistas contra el Imperio Portugués.

El gran amor de Xica da Silva

En el año 1753 llega a El Tijuco, João Fernandes de Oliveira para ejercer las funciones del comendador de los diamantes. No se sabe con exactitud cuándo tiene contacto por primera vez con Xica da Silva; sin embargo, sí se sabe que le otorgó la libertad apenas un año después de su llegada en 1754.

Xica da Silva y João Fernandes de Oliveira llegan a tener 13 hijos: Francisca de Paula (1755); João Fernandes (1756); Rita (1757); Joaquim (1759); Antonio Caetano (1761); Ana (1762); Helena (1763); Luiza (1764); Antônia (1765); Maria (1766); Quitéria Rita (1767); Mariana (1769); José Agostinho Fernandes (1770). Sorprendentemente y rompiendo los cánones impuestos por la sociedad en aquella época, los 13 niños son registrados en el bautismo como hijos de João Fernandes de Oliveira.

Por poco más de 15 años se mantiene la intensa relación entre Xica y João, quienes se separan cuando éste tiene que verse obligado a viajar a Portugal para rendir declaración y cuentas ante el Contrato de los Diamantes. Sin embargo, deja a Xica como dueña de muchas propiedades y riquezas, lo cual le permite vivir cómodamente hasta el final de sus días.

João Fernandes de Oliveira parte para Portugal en 1770, llevándose a sus 4 hijos varones, los cuales recibieron la mejor educación en el viejo continente y llegaron a ocupar importantes puestos en la administración del Reino e inclusive obtuvieron títulos de la nobleza.

Por otro lado, las hijas de Xica y João fueron educadas como cualquier señorita blanca de alta sociedad de la época, fueron enviadas al Recogimiento de las Macaúbas, en donde aprendieron a leer, escribir, calcular, coser y demás.

Xica por su parte perteneció a las más altas esferas de la sociedad, de hecho, fue miembro de la hermandad religiosa San Francisco y del Carmo, la cual era exclusiva de gente blanca. También perteneció a la hermandad de mulatos y a la de negros.

Xica escogió la hermandad de San Francisco y del Carmo como el lugar para ser enterrada al momento de su muerte. En 1796 cuando Xica da Silva falleció, sus deseos fueron respetados y fue sepultada en la Iglesia correspondiente a tan exclusiva hermandad.

Después de que el comendador João Fernandes de Oliveira se fuera a Portugal, no se tiene ningún registro de que Xica da Silva haya entablado ninguna otra relación sentimental. Si bien era algo muy común de la época que los señores se acostaran con sus esclavas y tuvieran hijos, no era común que éstos las liberaran, reconocieran a sus hijos y las proveyeran de una vida con toda clase de lujos y comodidades, es por ello que la relación de Xica y João rompió todos los estándares de una época marcada por las profundas diferencias entre clases sociales y raciales.

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