Entre los seres humanos hay personas que destacan por su entrega y dedicación a los demás. Muchas veces hemos dicho de nuestras mascotas, especialmente de los perros, que tienen reacciones o actitudes que parecen humanas, en el mejor sentido de la expresión. El caso de Ginny, la perrita que salvó a más de 1000 gatos es uno de esos casos, su actitud hacia los gatos desvalidos es extraordinaria. Hace poco se celebró el 10º aniversario de su muerte, pero aún se la recuerda y se la añora.
Ginny, la perrita que salvó a más de 1000 gatos
Ginny era una schnauzer mezclada que tuvo una vida muy dura. Fue rescatada de un armario en el que la habían dejado encerrada sus anteriores amos al mudarse de vivienda. La habían dejado para que muriera junto a sus 3 cachorritos. Habían estado sin agua ni alimento y la protectora de animales que la recogió pensó que no sobreviviría. Sin embargo, Ginny salió adelante y quedó en la institución a la espera de un nuevo amo.
La recogió Philip González, un hombre aquejado de una fuerte depresión tras un accidente laboral en Manhattan, al que le recomendaron adoptar un perro con fines terapéuticos. No era la elegida por Philip en primer lugar, pero según relata él mismo, en el contacto visual con el animal intuyó algo especial y se la llevó a casa. Los rescates empezaron ya en uno de sus primeros paseos. Arrastró al Sr. González hasta una tubería que rompió con sus patas, y en la que el hombre encontró abandonados a 5 gatitos. A partir de ahí el rescate de gatos desvalidos se convirtió en la meta de su vida. En sus salidas, muchas veces, arrastraba a Philip hacia callejones, contenedores de basura, edificios abandonados, etc… en los que encontraba gatos que habían quedado heridos o estaban abandonados y en riesgo. Los rescataban y los llevaban a varias asociaciones que los atendían y les procuraban un hogar. Hasta el momento de su muerte se contabilizaron más de 1000 gatos rescatados.
En este vídeo, aunque en inglés, tenéis la historia completa de Ginny, la perrita que salvó a más de 1000 gatos, explicada por su amo, Philip González.
Ginny, recibió varias menciones y premios por su labor. He incluso se han escrito dos libros sobre ella. Los especialistas en conducta animal dijeron que el instinto maternal de Ginny estaba hiper desarrollado y lo achacaban al hecho de que no había podido salvar a sus propios cachorros. Lo que no se explican es porqué salvaba especialmente gatos. Murió a los 17 años, pero su amo, que no la ha olvidado, sigue con la labor de salvamento y protección de los gatos que malviven en las calles.
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Imágen principal: Fotografía de la portada del libro «The Blessing of the Animals» de Philip González y Leonore Fleische.