Entre el año 1347 y 1352 de nuestra era, una extraña enfermedad se esparció por Europa y, no solo eso, sino que en tan solo cinco años la conocida como Peste Negra o Peste Bubónica llegó a arrasar con un tercio de la población de Europa: 50 millones de personas desoladas en 5 años. Una de cada tres personas en el viejo continente habían resultado contagiadas y desoladas por la peste negra. ¿Conoces la historia de esta particular enfermedad? En Supercurioso estuvimos investigando un poco al respecto, y ahora te traemos todo lo que debes saber al respecto en este artículo.
La verdad sobre la Peste Negra o Peste Bubónica
Se trata, nada más y nada menos, que de la plaga más terrible de toda la historia de Europa. Apareció a mediados del siglo XIV, y durante mucho tiempo se creyó que era propagada por las ratas. ¿De dónde venía? No se sabía. ¿Cómo se curaba? Menos. Los relatos que nos quedan de aquella triste época, las pinturas que lograron sobrevivir al acabose nos cuentan una de las tragedias más crueles de la historia de Europa: el desespero de las personas, la tristeza, el tener que abandonar a tus seres queridos, o ser tú a quien abandonan. La peste negra o la peste bubónica, también conocida como muerte negra, fue uno de los períodos más oscuros y terribles de la humanidad.
La gravedad de esta peste se debió, en gran medida, a la poca resistencia que el cuerpo humano tenía hasta entonces. Fueron justamente plagas como estas las que hicieron evolucionar el sistema inmunológico del europeo promedio, lo que significó una gran ventaja en otras épocas, como en la conquista de América. Pero esta ventaja se pagó con su propia tragedia, una de las peores que ha vivido el hombre. Sin duda, la peste negra fue una de las grandes pandemias de la antigüedad.
1. Inicio y propagación de la peste negra
Según creen los expertos, la peste negra debió tener sus inicios en alguna parte de Asia o India. Por otro lado, las fuentes históricas indican que el primer registro de la peste bubónica fue en Turkestán. Para el año 1346, la peste ya había aparecido en un puero del Mar Negro, en Crimea, y en los años siguientes apareció en Sicilia, probablemente llevada por comerciantes. Desde allí, la peste se difundió tranquilamente por toda la península italiana. Ya para 1348, la peste había asolado Francia y las Islas Británicas, y a finales de 1350 había hecho un recorrido por Alemania, Escandinavia y la mayoría de los países europeos.
Estos fueron los puntos culminantes de una tragedia que no se puede resumir en un corto párrafo: más de 50 millones de personas muertas en cinco años. Eso es un promedio de casi 30.000 personas que perdían la vida a diario a causa de la peste. La epidemia, como es común en estos casos, provocó terror e histeria entre las personas. Se iniciaron nuevos cultos religiosos, se buscaron culpables, explicaciones, e incluso hubo quienes se azotaban a sí mismos para ver si lograban ganar la misericordia del dios que les había enviado la peste. Es en esos momentos de crisis donde logramos vislumbrar las verdaderas dimensiones de la locura. ¿Te imaginas las frases de tristeza que debieron decir aquellos hombres?
Aunque después del año 1352 la peste fue decayendo, aparecería tres veces más durante el resto del siglo XIV, y reaparecería también durante los siglos siguientes.
2. Consecuencias de la peste bubónica
Cuando una tragedia de esta índole cae sobre la sociedad, no lo hace sin dejar graves consecuencias. En este caso, además de las muertes, de las que ya hemos hablado, la peste negra causó muchos cambios en la cultura y la sociedad europea de la época. Por ejemplo, una de sus consecuencias es que la peste negra aceleró la desintegración de la sociedad medieval. La agricultura llegó casi a un punto muerto. La producción cayó, los alimentos comenzaron a escasear y los precios subieron.
Muchos campesinos y obreros murieron, por lo que los trabajadores también comenzaron a escasear, y los salarios se elevaron. Durante la confusión muchos siervos dejaron sus señoríos, por lo que la sociedad feudal entró en crisis. Esto llevó a que se aprobaran leyes que sirvieron para congelar los salarios y los precios, y los gobernantes trataron de forzar siervos a regresar a su antigua servidumbre feudal. Como resultado, estallaron revueltas campesinas en Inglaterra, Francia, y en otros lugares.
3. No fueron las ratas
Uno de los mitos que rodean la historia de la peste negra o peste bubónica es que esta era transmitida por las ratas. Pues, la verdad, no es así. Y es que estudios recientes han logrado desmentir esta teoría. Pero, entonces, ¿cómo se transmitía la peste negra? Pues los científicos que han intentado explicar el esparcimiento tan acelerado de esta enfermedad han llegado a la conclusión de que esta se transmitía a través de piojos y otros bichos que habitaban en el hombre europeo de la época, donde predominaba un bajo nivel de higiene.
La plaga tuvo tres formas principales: en una afectaba principalmente a los pulmones, y provocaba expectoraciones sangrantes; otra estuvo marcada por enormes granos que salían en el cuello, las axilas y la ingle; y la tercera forma de la peste negra infectaba directamente la sangre. Te tocara la que te tocara, era una cuestión casi irrelevante, pues una vez con la peste tu destino era casi seguro: la mayoría de las personas afectadas no duraban más de tres días, y muchos de ellos fallecían en las primeras 12 horas.
Sin duda, se trató de una de las enfermedades más raras del mundo, y también de una de las más devastadoras. Y tú, ¿qué crees que pasaría si una enfermedad de ese tipo surgiera en la actualidad? ¿Qué harías? ¿Te imaginas la histeria colectiva? Déjanos tu opinión en los comentarios, ¡estaremos deseando leerte!