Estamos, una vez más, ante un escenario tan mágico como singular. El parque Nacional Banff es el más antiguo de Canadá, el más viejo, el que más historia y misticismo destila en sus bosques y su tierra salvaje. Se halla exquisitamente escondido entre las Montañas Rocosas y a unos 180 km del oeste de Calgary.
Es aquí donde se abre su espectacular lago, de un azul metalizado, intenso y puro. Ahí donde, además, se ven reflejadas las vetustas montañas nevadas como en un espejo mágico donde, de pronto, surge la fantasía. Las burbujas. No sabrás que está ocurriendo, cuando dejes tu mirada sobre la superficie de este lago verás ascender de pronto, todo un festival de pequeñas esferas blancas que al instante, se quedan quietas, congeladas.
¿De qué se trata? Te lo explicamos a continuación.
El espectáculo natural del Parque Nacional Banff
En el parque nacional Banff, se extienden frondosos bosques de coníferas. Paisajes dominados por varios glaciares que dejan escapar su aliento helado y místico, un rincón idílico fielmente defendido por parte de los ecologistas que lograron ya en 1885, que fuera zona protegida. Un escenario virgen orientado a esa clase de turismo que sabe valorar la naturaleza en su sentido más íntegro, más puro y salvaje.
Es toda una experiencia. El parque nacional de Banff dispone de lagos termales, de zonas perfectas para practicar senderismo y ante todo, de este lago espectacular en cuyos abismos, la digestión de la materia orgánica sigue muy viva, originando continuos escapes de metano. Al ascender a la superficie, cuando la temperatura es muy baja, se trasforma inmediatamente en pequeñas esferas de hielo.
Cada burbuja emitida por el gas metano queda congelada al instante, perfilando todo un mundo de fantasía en el interior de este lago excepcional. El lienzo de este parque canadianse, se viste de tonalidades grises, plúmbeas, y de azules metálicos que contrastan con el blanco del hielo y el verde húmedo de los bosques de coníferas. Y no, no importa el frío, ni lo agreste del escenario. Cada día el parque Nacional Banff recibe decenas de turistas ansiosos por pasear por estas tierras fantásticas donde la naturaleza, respira más viva y pura que nunca.
Son casi 6.700 kilómetros de valles, montañas y glaciares donde perderse, donde disfrutar y maravillarse. Pero tendrás que ir con cuidado, también es el hogar de los osos grizzly y los osos negros. También de los lobos; auténticos amos y señores de esta parte de Canadá que conocen tan bien. Así que si te animas a visitar esta zona y sobre todo ese lago donde las burbujas de metano dibujan en sus aguas ese espectáculo tan fascinante, no dudes en mirar también a tu alrededor. Tal vez uno de esos osos grizzly tenga la misma curiosidad que tú.
¿Qué te parece el parque Nacional Banff? ¿Te gustaría visitarlo? Si es así, no dudes en acercarte también a otra zona de Canadá: Nahanni, el valle de los hombres sin cabeza. ¡Sólo para valientes!