Seamos cristianos o no, muchas de las iglesias y catedrales europeas son puntos turísticos que atraen a millones de turistas cada año por su inestimable belleza. En general, este tipo de templos llaman las atención por sus vistosas vidrieras, por sus retablos, por su complejidad arquitectónica, etc. pero, ¿por qué no ir a visitar las iglesias más tenebrosas del mundo? Hoy te traemos a Supercurioso una selección de iglesias que no llaman la atención por su belleza, precisamente, si no ¡por estar hechas de huesos humanos!
Nuestra Señora de la Concepción de los capuchinos
Si pasas tus vacaciones en Roma y, después de ver la Fontana de de Trevi y el Vaticano tienes un ratito libre, te recomendamos que te pases por Santa Maria della Concezione dei Cappuccini. A sus puertas, un cartel que reza «Como vosotros, nosotros éramos; como nosotros, vosotros seréis», ya te puedes hacer una idea de lo que os podéis encontrar dentro.
El interior de esta iglesia es bastante modesto y pequeño, sin embargo, una vez que llegas a la cripta de los capuchinos se te pondrán los pelos de punta: ¡toda ella está hecha con los restos óseos de antiguos monjes de la orden!
El osario de Wamba
Y si no puedes irte a Roma, te proponemos otro destino macabro, esta vez en España. Situada en la pequeña localidad de Wamba, en Valladolid, el osario de la iglesia de Santa María hará las delicias de todos los amantes de lo tenebroso. La sala que conforma este osario tiene sus paredes tapizadas con un mosaico cuidadosamente creado a partir de calaveras, fémures o tibias. Se dice que contiene los huesos de unos mil habitantes del pueblo que vivieron entre los siglos XII a XVIII.
Otro memento mori similar al que encontrábamos en Nuestra Señora de la Concepción de los Capuchinos nos despide así:
«Como te ves, yo me vi, como me ves, te verás. Todo acaba en esto aquí. Piénsalo y no pecarás.»
Monasterio de San Francisco de Lima
Cruzando el charco, en América también tenemos opciones de visitar lugares como este. El convento y monasterio de San Francisco de Lima merece la pena ser visitado, independientemente de tu gusto o disgusto por lo macabro, puesto que se trata de unos de los centros arquitectónicos más importantes de todo Perú. Sin embargo, si estás buscando tu dosis de misterio aquí también la tendrás; sólo tienes que bajar a la catacumbas.
Estas criptas funcionaron como cementerio durante la época colonial, hasta que la recogida de los cadáveres en catacumbas fue prohibido en 1810. Se dice que este recinto contiene los esqueletos de más de 25.000 personas, cuyos huesos aparecen actualmente cubriendo de manera «decorativa» techos y paredes.
Imágenes: Wikipedia Commons