Lo llaman el “Valle de la muerte”. Se trata de un lago árido y seco como un viejo pergamino, ahí donde se inscribe un extraño misterio. Fue a principios de la década de los años 40 cuando pudo observarse algo tan inquietante como asombroso: las cientos de rocas que se extendían a lo largo de este territorio, mostraban tras de ellas un largo rastro como si se hubieran arrastrado, reptando cual serpientes. Algo imposible de creer, puesto que muchas de ellas pesaban más de 320 kilos. ¿Cómo puede ser esto posible?

Tranquilo/a, todo dispone de su explicación científica. Una explicación a la que se ha llegado no hace mucho…hasta entonces, solo disponíamos de una inquietante incógnita.

Resuelto el misterio de las rocas andarinas de California

La naturaleza en sí misma, está satinada de miles y miles de misterios. No hace mucho te hablábamos del misterioso lago verde de Austria, un emplazamiento tan bello como singular. Bien, pues hoy queremos hablarte de otro escenario algo más seco y más inquietante. ¿Pueden unas rocas moverse solas a voluntad? Extraño, sin duda…

Hasta hace solo unos meses y desde los años 40, la gente había llegado a creer que las rocas del Valle de la Muerte se movían solas. Tal vez era el magnetismo. O la fuerza del viento, o la arena… o el capricho de unas rocas que gustaban deslizarse por el suelo arenoso… sin que nadie las vea.

Pues bien, un equipo de científicos estadounidense ha resuelto por fin el misterio de las piedras andarinas. Para ello no quedaba otra opción más que la de observar en directo qué era lo que ocurría. Porque aunque no lo creas, nadie, absolutamente nadie había logrado observar en vivo cualquier anomalía en el valle que pudiera indicarnos a qué se debía el fenómeno. Era como si una mano invisible las arrastrara silenciosamente sin que nadie supiera cómo…

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Para lograrlo, los expertos decidieron supervisar las rocas de forma remota, desarrollando allí mismo una auténtica estación meteorológica de alta resolución. Registraba cada movimiento, cada cambio del viento y cada ráfaga a intervalos de un segundo. Incluso se montaron unidades de GPS.  ¿Resultados?
Ralph Lorenz era el director del proyecto, y miembro de la Scripps Institution of Oceanography en la University de California. Según él mismo explica, pensaba que iba a ser el trabajo más aburrido de su vida, que deberían dejar allí las máquinas de uno a 5 años para esperar a “que algo ocurriera”.

Bien, la verdad es que les ha costado dos años…desde el 2011 hasta diciembre de 2013. Y los descubrimientos fueron muy interesantes. Se dieron cuenta que el Valle de la Muerte se alzaba sobre un estanque de agua, a situado a solo siete centímetros de profundidad.  Elemento clave para todos los fenómenos.

En primer lugar,  cuando ese estanque se llena de agua, provoca que en las noches de invierno, cuando las temperaturas son algo bajas, aparezca una suave capa de hielo. Pero el hielo no es muy fuerte y no termina de “congelar” el valle de la Muete ni a bloquear las rocas. Pero eso sí, se crean pequeñas plaquitas delgadas que se mueven. Y que se mueven con fuerza.

Y ahora viene lo mejor: cuando aparecen los días de Sol, el hielo aún presente comienza a derretirse y a romperse en grandes paneles flotantes, que los vientos ligeros, mueven aquí allá a lo largo de la explanada. Y entonces sí, entonces ya van empujando las rocas y dejando rastros en el barro blando debajo de la superficie. Y éso es lo que vemos. Ése es el auténtico fenómeno…

Según los científicos fue un buen día del mes de diciembre en que se dieron cuenta de todo. Empezaron a escuchar el crujido de la ruptura de hielo alrededor del mediodía, crujidos a lo largo de todo el valle medio helado que sin más…. Empezaron a desplazar las rocas. ¡Eureka! Resuelto el misterio de las rocas zombies de California.

Y tú ¿conoces quizá algún fenómeno parecido o misterioso en el lugar donde vives? Nos encantará conocer tu historia.