Los médicos y el personal sanitario en general, son profesionales muy preparados y entregados a sus pacientes, pero en la historia de la medicina destacan unos pocos casos en los que la locura o la ambición se han apoderado de la mente de esas persona y los han convertido en asesinos. El caso de Linda Hazzard, curandera y asesina en serie, es uno de estos, ¿simple locura?, ¿mesianismo?, ¿ambición? Conoce su historia y decide.
Linda Hazzard, curandera y asesina en serie
Linda Burfield Hazzard nació en 1867 en el estado de Minesota. Fue una mujer de fuerte carácter y presencia que ejercía como curandera hasta que, aprovechando un vacío en las leyes del estado de Washington, consiguió que se le otorgara el título de médico dietista. Su propuesta de trabajo fue que todas las enfermedades podían curarse a través del ayuno. La idea no era nueva, pero sí sus métodos que, como veréis, eran poco muy poco ortodoxos. Consistían en ayunos prolongados en los que solamente se consumían unos espárragos (pocos) y sopa aguada de tomate 2 veces al día. La dieta se complementaba con enemas y fuertes masajes. Escribió un libro titulado «Fasting for the cure of disease (El ayuno para la curación de la enfermedad)« para sus seguidores. Se cree que debido a este «tratamiento» murieron cerca de 40 personas.
Abrió una clínica en la ciudad de Olalla (Washington) en el año 1910 a la que llamó «Wilderness Heights» que significa «las colinas del bosque» pero la gente de la zona, que sabía lo que ocurría en la clínica, la llamaban «las colinas del hambre». En 1913 fue acusada y condenada por el homicidio de Claire Williamson. Claire y su hermana Dora, muy aficionadas a la medicina alternativa, solteras, adineradas y huérfanas de padre y madre, se pusieron en manos de Linda Hazzard para que les resolviera algunos pequeños problemas de salud que padecían. Claire tenía 33 años cuando murió después de someterse, durante más de 3 meses, a sus métodos. Pesaba 23 kilos. Dora fue rescatada por su tío que pagó una considerable suma para que Hazzard y su marido, que colaboraba con ella, la dejasen salir de la clínica. En el juicio afirmó que la muerte de la mujer se debía a los medicamentos que había tomado en su infancia y no al ayuno, y que hubiera muerto de todas maneras. Se la sentenció a una larga condenada, pero salió libre a los 2 años. Se instaló en Nueva Zelanda, donde tenía muchos seguidores, para más adelante regresar a los EE.UU., abrir un centro llamado «escuela de salud», que fue pasto del fuego en 1935 y editar otro libro. A los 70 años contrajo una neumonía que quiso curar siguiendo sus métodos. A los 27 días murió.
Se podría pensar que Linda Hazzard era simplemente una equivocada con buenas intenciones, pero no es así. En el caso de las hermanas Williamson, Hazzard y su esposo habían hecho que éstas los nombraran apoderados, albaceas y tutores de por vida. A la muerte de Claire ya se habían quedado con todas sus joyas (valoradas en más de 6.000$) y su ajuar. En las investigaciones llevadas a cabo por el tío de las chicas, se descubrió que otras personas adineradas habían transferido sus propiedades y dinero a la Dra. Hazzard antes de fallecer. En algunos casos en los que el paciente no murió, al salir de las redes del matrimonio Hazzard, encontró sus cuentas saqueadas.
El caso de Linda Hazzard, curandera y asesina en serie, tiene un plus de horror. A pesar de que se sabe perfectamente que sus métodos conducen a la muerte y que ella misma falleció por seguirlos, hay grupos que siguen editando sus libros y propagando su doctrina.
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