En Supercurioso nos encanta investigar aquellos fenómenos sociales relacionados con nuestra cotidianidad, por ejemplo, el origen de los zapatos o de los anteojos. En esta ocasión, es precisamente de gafas de lo que te queremos hablar.
Gafas de sol: ¿instrumento de engaño o de atracción?
Dicen que no se debe jugar al póquer con gafas de sol, ya que ocultan demasiado nuestros ojos y resulta más fácil mentir. Por otra parte, son muchas las ocasiones en que una persona nos parece más guapa con gafas de sol que sin ellas.
¿Qué es lo que nos prima más? ¿La desconfianza o el atractivo? Suponemos que ya sabrás la respuesta, ya que es lo que ha movido toda la civilización: el atractivo.
Un estudio lo confirma: gafas de sol = atractivo
Este estudio alrededor de las gafas de sol ha sido realizado por una profesora de arte y diseño de la Universidad de Nottingham: Vanessa Brown. De hecho, Vanessa ha publicado un libro, llamado Cool Shades (Sombras guay), en el que habla del increíble efecto de las gafas de sol en nuestro rostro.
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¿Cómo se le ocurrió a Brown investigar este tema?
Brown asegura que fue durante una ida al supermercado que encontró la inspiración. Al parecer, Vanesa estaba decorando su nueva casa e iba con ropa vieja y manchada de pintura, además de lucir cara de cansada. Antes de salir del coche decidió ponerse unas gafas de sol, en un acto instintivo. Mientas se acercaba a la tienda, se vio reflejada en un cristal y, de pronto ,se dio cuenta de que, a pesar de todo, tenía un aspecto bastante glamuroso.
¿Cómo era posible? ¡Hacía un momento se había visto horrorosa! Fue cuando se dio cuenta de lo curioso que resultaba el cambio que había provocado en su apariencia el hecho de llevar unas simples gafas de sol. Fue en ese momento que decidió investigar el poder de transformación de este accesorio.
¿Por qué nos hacen atractivos las gafas de sol?
Vanessa Brown, tras hacer una larga investigación -realizada con la ayuda de la Asociación Óptica Británica y de la que podremos disfrutar en su totalidad en 2015- presentó a la revista Science 4 motivos, de los que ella había detectado, por los que las gafas nos hacen más «guapos»:
1. Las gafas de sol remarcan nuestros mejores rasgos
Y ocultan aquellos que no lo son tanto. ¿Qué es lo que resaltan más? Los pómulos, una parte de nuestro rostros que, si está bien definida, nos hace muy atractivos a los ojos del resto.
También conseguimos no mostrar algunas arrugas y nuestros ojos, puede que los tengamos muy pequeños o que los tengamos irritados.
2. Gafas de sol = rostro más simétrico
Una de las características que determinan la belleza de un rostro es su simetría -sin ser exagerada, en cuyo caso, disminuye el atractivo-. Al llevar gafas de sol, ocultamos parte de nuestro rostro, proyectando una imagen más simétrica de lo que suele ser normalmente.
¿Sabías que esta misma simetría es la que hace que nos parezca más atractiva la gente cuando bebemos más de la cuenta? Al parecer, al emborracharnos, perdemos levemente el eje de lo simétrico, por lo que todos los rostros nos resultan bastante bonitos.
3. Las gafas de sol nos hacen parecer mucho más glamurosos
Desde Warhol, pasando por Audrey Hepburn, hasta Lady Gaga. Son muchísimos los famosos y celebridades que llevan -y han llevado- diariamente gafas de sol y las han convertido en un icono, en un símbolo, a pesar de que se empezaran a usar para ocultarse de los flashes de los paparazzi.
De hecho, no únicamente las estrellas de la música, el arte, el cine y la televisión nos han legado la tradición de las gafas tintadas, también, antiguamente, los deportistas de riesgo las llevaban. Es gracias a todos ellos que actualmente tenemos la convicción socio-cultural de que llevar gafas nos hace tremendamente «cool«.
4. El misterio que aportan las gafas de sol
No importa que hayamos perdido la posibilidad de mantener comunicación no-verbal y visual con nuestro objeto de interés, porque las gafas de sol se relacionan con el «misterio». Los ojos son «un espejo del alma«, que nos permite mantener este flirteo silencioso, pero que también transmite una información que, en ocasiones, preferimos ocultar y, por tanto, nos expone demasiado. Cuando mantenemos nuestros ojos detrás de las gafas oscuras, resulta muy difícil «leernos», lo que nos aporta una aura de «interés», que despierta en el resto las ganas de descubrir qué hay detrás de esos cristales.
La inclinación por los personajes que llevan gafas de sol se ha considerado preocupante y una característica algo antisocial por parte de la sociedad. Es curioso que resulten irresistibles esos personajes que se ocultan y que, únicamente, reflejan lo que ocurre a su alrededor, manteniéndose encerrados en sí mismos, detrás de unas gafas. Sin embargo, Vanessa Brown asegura que esto no debería enfocarse de una forma tan negativa, sino interpretarlo como una atracción por aquella persona que, tras sus lentes, se aparta del caos y se mantiene en su lugar.
Sea como sea, parece ser que las gafas de sol nos hacen más atractivos de cara al resto, a pesar de ocultar «el espejo de nuestra alma». ¿Sueles llevar gafas de sol? ¿Aquellos que las llevan te resultan más atractivos? ¡Cuéntanoslo!
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