Supercurioso no puede dejar de rendir un homenaje a un personaje extremadamente curioso también: Diógenes. Además, como te hemos demostrado en artículos como los guerreros de Xian o la maravillosa civilización sumeria, nos fascina la historia y por eso hoy nos fijamos en un personaje que no tiene desperdicio, un filósofo griego llamado Diógenes, también conocido como «Diógenes el cínico».
Diógenes el cínico
Podríamos decir que Diógenes era un filósofo, filósofo, o sea que su únicamente se dedicaba a reflexionar y divulgar sus pensamientos, porque poco más le interesaba.
Era un personaje que hoy seguramente acapararía los medios de comunicación, sin que él quisiera por supuesto, por su extravagancia y sus ocurrencias… Y es que Diógenes sentía un desprecio absoluto por todo lo convencional.
¿Quieres conocer lo datos más sorprendente sobre Diógenes? Pues ahí va el ranking de curiosidades:
- Salía a la calle sin lavar y con harapos.
- Vivía en una tinaja.
- Sus únicas pertenencias eran un zurrón, un báculo, una manta y un cuenco, aunque un día vio a un niño que bebía con sus manos y se desprendió del cuenco.
- Él mismo reconoció que vivía como un perro y la gente decidió ponerle el apodo de «cínico» que precisamente en griego clásico significa eso: «como un perro».
- Se decía que de día caminaba con una lámpara encendida diciendo que buscaba hombres honestos.
- Hacía todas sus necesidades en público.
- Se pasaba el día rodeado de perros y comía junto a ellos.
El cinismo
El cinismo en filosofía tiene un significado muy distinto al que le hemos otorgado hoy en día. Mientras hoy el cinismo se atribuye a una actitud irónica y sarcástica y una falta de creencia en la bondad o la sinceridad, el cinismo no tenía nada que ver con esto. Lo que pretendía entonces el cinismo era alcanzar la felicidad desprendiéndose de todo lo material.
Diógenes y Alejandro Magno
Un día Alejandro Magno se encontró con Diógenes y viendo a este anciano en tan lamentables circunstancias le preguntó: ¿Puedo hacer algo por usted?
Ni corto ni perezoso, Diógenes le respondió: «Sí, apártate que me estás tapando el sol».
El epitafio de Diógenes
El epitafio de Diógenes en Atenas dice lo siguiente:
-Te lo ruego, perro, dime qué guardas en esta tumba.
-Un perro
-¿Cómo se llama?
-Diógenes
-¿Y de dónde viene?
-De Sínope
-¿El mismo que hizo de una tinaja su casa?
-El mismo, pero que ahora, muerto, es una estrella entre las estrellas.
El Síndrome de Diógenes
Es un síndrome que suele afectar a personas mayores que viven solas y acumulan y acumulan todo tipo de cosas en sus casas, entre ellas desperdicios y basuras. Es curioso porque el síndrome hace referencia a todo lo contrario preconizado por Diógenes: tener las menos pertenencias posibles.
Si te ha gustado este artículo, no te pierdas «Lo más curioso sobre Degas», como siempre en Supercurioso.