Si eres un amante de los gatos estamos seguros de que tu corazón felino sentirá una gran ternura por esta raza. Ahora bien, lo primero que pensamos al verlo es: ¿Por qué tienen las patas tan cortas? ¿Se debe a algún problema genético?
Nos llama la atención verlos y nos hacen sonreír, pero también nos preocupan. Pero tranquilo/a, los gatos Munchkin surgieron a partir de una mutación genética, la cual, no les imposibilita el poder hacer una vida normal a pesar de esas extremidades inferiores tan cortas.
Son, de algún modo, muy parecidos a razas como los perros salchicha o Dachshund. No obstante, su energía, inquietud y su carácter son como las de cualquier gato. Estamos seguros de que te va a encantar saber más cosas sobre estos gatos señoriales y únicos.
El gato Munchkin, pequeño pero fuerte
Estamos ante una mutación genética natural, es decir, los gatos Munchkin no han sido creados por el hombre. Es un tipo de raza a la que cuesta ponerle un origen claro, pero lo que sabemos de ellos es que a lo largo de la historia era habitual organizar subastas donde estos gatitos eran muy apreciados por las clases altas europeas. Las damas distinguidas, seguramente, encontraban cierta fascinación en estos gatos de patas cortas, al igual que con los pequeños y simpáticos caniches.
Podríamos decir que han estado siempre con nosotros casi desapercibidos, porque en realidad, su descripción como raza fue clasificada hace relativamente poco, en 1983. Ahora bien, al ser ese capricho natural de la naturaleza, cabe tener en cuenta que cuando una gatita Munchkin queda embarazada, la mitad de sus crías pueden nacer con la patas normales y la otra mitad con las típicas de su raza, es decir, cortas. De ahí que durante mucho tiempo se pensara que era un «error de la naturaleza», una especie de defecto y no un alteración genética natural que estaba definiendo en realidad una nueva raza.
La primera vez que se describió al gato Munchkin fue en 1983, en Lousiana, y en 1991, aparecieron en los medios a través de programa norteamericano televisado por la TICA en Madison Square Garden. Y fue como puedes imaginar, todo un éxito. Los gatos Munchkin fueron reconocidos mundialmente, y desde entonces se diferencia a los «longlegs» de los «babylegs», es decir, los de patas largas de los partas cortas. ¿Y qué pasa con su salud? ¿Ocasiona quizá esa característica algún problema en su columna vertebral? En absoluto. Así nos lo dicen los veterinarios. Son gatos que pesan entre 2 y 3 kg, tiene variados colores y pelajes, y su carácter es como el de cualquier otro gato, ya sabes: les encanta ser el centro de atención, son curiosos, cariñosos, orgullosos… Y únicos.
¿Qué te parece el gato Munchkin? ¿Te gustaría que habláramos de otro tipo de raza? ¡No olvides dejarnos tus comentarios y descubrir también al espectacular gato de Maine Coon!