Es otro mundo:un mundo de calma habitado por algas gigantes, por criaturas que se dejan mecer por el compás del agua en un baile que no acaba nunca, que atrapa y encandila a toda la fauna de alrededor.

Los bosques de algas están presentes en todo el mundo, pero en especial en áreas templadas y polares. No obstante, aquellos situados en la línea del Ecuador son espectaculares, y no sólo por su belleza estética, sino por la riqueza de esos ecosistemas que se erigen alrededor de estas criaturas que alcanzan alturas asombrosas.

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Son áreas de protección marina que hemos de respetar, y visitar de vez en cuando si somos expertos submarinistas. De no serlo, no te preocupes, en Supercurioso te acercamos un poco a estos universos de calma y de paz que se esconden en nuestros mares, en nuestros lagos o nuestros ríos.

¿Nos acompañas? Vamos a hacer un pequeño viaje a tres de de estos ecosistemas acuáticos.

La isla de San Clemente

Estamos en la costa de California, en un pequeño rinconcito de tierra bajo el cual, se esconde un increíble tesoro: sus algas gigantes Phaeophyceae, un denso escenario de bosque laminarial donde se alcanzan los 80 metros de altura. ¿Increíble verdad? Son algas además que pueden vivir hasta 20 años.

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Son como bosques de coníferas subterráneas, sólo que en lugar de ver ciervos o o ardillas, podemos disfrutar de las focas, siempre atentas a cualquier movimiento y disfrutando como auténticas sirenas de este mundo de fantasía. Es un ejemplo de esa arquitectura fabulosa de la que es capaz nuestra diosa Gaia, y que sin lugar a dudas, debemos respetar.

Lago Kaindy, Kazajistán

Hacemos ahora las maletas rumbo a Kazajistán. Es aquí donde la naturaleza nos trajo un regalo inesperado después de que un terremoto en 1911, dejara sumergida la parte de un bosque. El resultado fue tan singular, que a día de hoy, los troncos resecos están erguidos como columnas que ascendieran de otro mundo.

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Ahora bien, este lago de 400 metros de largo esconde aún más misterios, porque debajo de él se esconden también aún más árboles que el tiempo ha conservado y que a su vez, se entremezcla con las algas Kelp y un micromundo algo tenebroso y fantasmal que muchas cadenas de televisión suelen visitar para llevar a cabo sus documentales.

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Es como un palacio de tristeza acuática, como un enigma natural que merece la pena visitar aunque sea una vez en la vida.

Isla Anacapa

Volvemos una vez más a la costa de California, para descubrir una pequeña isla volcánica de poco más de seis kilómetros de longitud y compuesta por tres islotes más, donde se sumerge un paraíso natural, y un reclamo para los turistas.

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Los menos arriesgados se animarán a hacer un paseo en kayak para atravesar el Arco de la Roca, una formación natural de la isla muy llamativa. Ahora bien, los más valientes, no dudarán de lanzarse con su equipo de buceo para adentrarse en sus cuevas marinas, en esos tupidos bosques de algas que se adentran bajo la isla construyendo un especie de mundo paralelo (subacuático) difícil de imaginar. Disfrutarás del paseo en compañía de viejos lobos marinos y pulpos bailarines que gustan también de observar a todos los visitantes.

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Maravillas de nuestro planeta que siempre merece la pena conocer. ¿No opinas lo mismo? Y recuerda, si te ha gustado este artículo, descubre también a los Ningen, extrañas criaturas del Ártico.