Una de las grandes obsesiones de Adolf Hitler era demostrar la superioridad alemana en todos los ámbitos posibles. Quizá el mejor ejemplo sean los Juegos Olímpicos de Berlín 1936, diseñados a la imagen y semejanza del Führer, que tenía otra de sus obsesiones en las armas. Para el desarrollo militar de la Alemania nazi Hitler reclutó a los científicos e ingenieros mejor cualificados. Muchas veces trabajaban en secreto, tanto que algunas de sus armas más mortíferas eran prácticamente un secreto de Estado, y muy pocas veces se utilizaron en combate. Vamos a ver algunas de ellas.
Avión Horten Ho 229
El Horten Ho 229 era un todo un prodigio para principios de los años 40: un bombardero capaz de acercarse a los 1.000 km/h y volar a cerca de 49.000 pies (14.935 metros) de altura, con 900 kilos de armas en su bodega. Por si esto fuera poco, la leyenda dice que es el primer avión militar que no se podía detectar en los radares.
En resumen un bombardero invisible, capaz de causar estragos en todo el mundo de no ser por los problemas técnicos que impidieron a la Luftwaffe utilizar en combate de forma habitual los tres únicos prototipos que se hicieron.
Messerschmitt Me 163 Komet
Otra joya de la Luftwaffe, un avión impulsado por cohetes que a principios de los años 30 superaba los 1.000 km/h, muy por encima de los 710 que alcanzaba del avión estadounidense más veloz. Precisamente su velocidad era el gran hándicap de este avión, ya que era muy difícil manejarlo con precisión en combate. Aún así, se construyeron más de 300 desde los años 30.
Fritz-X
Esta bomba, dirigida por radio, contenía más de 1.500 kilos de explosivo. Se podía lanzar desde una altura superior a los 20.000 metros, tenía una gran precisión y los aliados aseguran que podía atravesar armaduras defensivas de hasta 28 pulgadas. Sin embargo, los nazis se encontraron con un importante problema logístico a la hora de utilizarla: muy pocos aviones podían transportarlas, así que su producción fue escasa.
Goliath
Quizá una de las armas menos útiles -o peor utilizadas- de la II Guerra Mundial. Goliath, con una carga entre 60 y 100 kilos de explosivos, se acercaba a su objetivo (un tanque, una fortaleza, etc.) y lo destruía. Se fabricaron unas 5.000 unidades, equipadas con dos motores eléctricos controlados a distancia, como un coche teledirigido.
Armas no desarrolladas
La caída del nazismo sacó a la luz alguna de las armas secretas que nunca llegaron a desarrollar pero que las élites nazis diseñaron. Quizá la más llamativa sea el Arma Solar, un enorme espejo orientado hacia el sol para concentrar todos sus rayos en un punto exacto de la Tierra que acabaría chamuscado. Los cohetes A9 y A10 Amerika deben su nombre a su objetivo: se diseñaron para atacar ciudades estadounidenses lanzándolos desde Europa. Sin embargo, no se llegó a producir.
Imagen: USAF, Michael.katzmann