Están en Ghana y a pesar de que el gobierno ha intentado acabar con ellos, los campamentos de brujas existen. Son una triste realidad en un país que cree en la brujería. Lamentablemente, además, proporcionan a determinadas personas una manera fácil de librarse de mujeres que representan una molestia. Conoce los terribles campamentos de brujas en Ghana.
Los terribles campamentos de brujas en Ghana
Imagina que eres una mujer mayor que ha quedado viuda y que te haces cargo de los bienes de tu esposo para sobrevivir. Sin embargo, a pesar de que estás en tu derecho, alguien codicia tus posesiones. Si vives en Ghana, lo tiene fácil. Lanza una acusación de brujería por cualquier motivo que se le ocurra; enfermedad o muerte de alguien, mala cosecha, un incendio … y tú, sin ninguna posibilidad de defenderte, tendrás suerte si consigues huir. El instigador suele convencer a varias personas, que temerosas de sufrir un daño por parte de la supuesta bruja, son capaces de pegar, torturar e incluso linchar a la mujer.
Algunas veces no se trata de viudas, sino de esposas molestas que, dado que existe la poligamia en ese país, son acusadas por otra de las mujeres o por sus propios maridos para librarse de ellas. Se han dado casos de maridos que han acusado a una de sus esposas para no tener que mantenerla más.
¿Dónde refugiarse? ¿Cómo sobrevivir? Estas mujeres acusadas de brujería se unen para vivir en los llamados campamentos de brujas. La mayoría son mujeres mayores, que en algunos casos sufren alguna enfermedad mental achacable a la edad, pero las hay también que huyen acompañadas de sus hijos. En estos poblados quedan bajo la protección de un jefe tribal que ejecuta unos ritos de exorcización para que las brujas dejen de ser peligrosas y las protege a cambio de su trabajo. Se cree que estos campamentos existen desde hace más de 100 años. Las mujeres viven allí en pésimas condiciones, sin agua ni electricidad pero de alguna manera seguras.
Lamentablemente estos campamentos seguirán existiendo mientras el estatus de la mujer en ese país no cambie. Algunas ghanesas que han hecho oír su voz, y se han negado a la sumisión que socialmente se les exige, han sido acusadas de estar poseídas. El gobierno quiere acabar con los campamentos y devolver a esas mujeres a sus familias, pero eso es algo prácticamente imposible por el momento. A pesar de que existe un extraño ritual con un pollo para evidenciar que la acusada no es una bruja, la vuelta al hogar, con el deshonor de la acusación, no es viable. Mientras tanto las «brujas» malviven en esos pueblos sin prácticamente contacto con sus familias, pero «a salvo».
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