Cada vez se nos hace a todos más complicado seguir el ritmo de la evolución tecnológica. Nuestros dispositivos digitales quedan desfasados a un ritmo vertiginoso. Un gadget que en momento de compra es evolutivo e innovador, corre el riesgo de ser superado tecnológicamente por uno nuevo a los pocos meses de uso. Los ingenieros informáticos y electrónicos saben exprimir de manera majestuosa las novedades conceptuales que les aportan sus equipos de investigación e innovación, y esto provoca que cada vez los sistemas sean más sofisticados.
Si hay un sector donde esta evolución se percibe de manera más notable es en el de la tecnología móvil. Esto se convierte en tangible en los congresos de telefonía móvil, donde cada año se presentan las novedades relacionadas con el sector. Hay que recordar que una de las ciudades que se ha convertido como referente de este universo es Barcelona, ya que desde hace unos años alberga el Mobile World Congress.
La problemática que generan los dispositivos inteligentes es que son tan sofisticados que a veces la infraestructura telefónica existente no puede absorber las novedades que se presentan. Esto obliga a modificar un gran número de elementos estructurales para seguir el ritmo de evolución de los teléfonos. La red 4G parecía revolucionaria hace unos años debido a las grandes mejoras que implementó, sobre todo en cuanto a la velocidad de transmisión de datos que nos ofrecía. Pero actualmente ha aparecido un nuevo concepto embrionario: el 5G. Las compañías telefónicas ya están empezando a publicitar esta nueva red, pero antes que nada hay que conocer de qué estamos hablando exactamente.
El número 5 se refiere a la generación, ya que es la quinta evolución de la conectividad inalámbrica existente. No es un elemento revolucionario, sino una evolución de la tecnología ya existente, por eso utiliza la numeración para destilar una cierta continuidad. Como es previsible, lo primero que nos ofrecerá esta nueva red es un aumento espectacular de la velocidad de conexión. Esto nos posibilitaría no tener casi tiempo de respuesta entre una información enviada y recibida. Esto posibilitará el control de dispositivos inalámbricos de manera casi instantánea, con aplicaciones muy interesantes como su implementación en el sector médico o quirúrgico.
El 5G también será interesante en campos como el deporte. Podremos, por ejemplo, disfrutar de una conexión muy rápida que nos permitirá ver los mejores partidos de fútbol. Entre ellos, los de nuestra Liga, una de las mejores competiciones futbolísticas del mundo, en la que, tras levantar el título el Barça, todas las miradas están en qué equipo se afianzará en la cuarta plaza.
La evolución del 3G al 4G fue muy notoria, y se espera que la transición hacia el 5G sea igual de tangible. En el sector de vídeo, cada vez hay más formatos. Actualmente estamos viendo cómo forman parte de nuestro día a día palabras como el Ultra HD o el 4K; estas resoluciones tan elevadas necesitan una velocidad de transmisión adecuada. La red 5G nos posibilitará recibir estos datos entre 10 y 20 veces más rápido que con la tecnología actual.
Otro problema que en teoría debe solucionar la implementación de la red 5G es el caos que generan las conexiones móviles en las grandes ciudades. Hoy en día es inconcebible una vida sin móvil, esta necesidad ha provocado que todo el mundo necesite una conexión. Esto provoca a veces un bloqueo de las comunicaciones, ya que son muchas las personas que demandan abastecerse de red, pero son pocas las antenas que la pueden ofrecer. Con la tecnología 5G este problema debe quedar solucionado.
Todas estas mejoras son aún conceptuales, está por ver cuál será su implementación real, que se espera que sea progresiva. Pero casi siempre una mejora en las comunicaciones se convierte en algo positivo para el usuario. Familiarizaos con una palabra que en un futuro próximo formará parte de vuestro día a día.