Una de las historias más famosas de la antigüedad es la del suicidio masivo llevado a cabo por judíos zelotes en Masada, una fortaleza en el desierto construida por el Rey Herodes. Sin embargo, existe una gran polémica alrededor de este relato. Mientras unos arqueólogos sostienen que tienen pruebas para demostrar su veracidad, otros aseguran que no es el caso y más allá, señalan que se ha tratado de una intento de impulsar una agenda política que nada tiene que ver con la verdad. Entérate qué ocurre con este enigma.
El misterio de Masada, el supuesto suicidio masivo en Judea
El relato contado por el historiador romano Flavio Josefo (Josephus) ilustra una tragedia ocurrida en el año 73 a.C o 74 a.C en la que 960 judíos zelotes, entre los cuales había hombres mujeres y niños, se quitaron la vida en la cumbre del Monte Masada, frente al Mar Muerto en Israel, para no ser capturados en el inminente asedio del ejército romano que buscaba conquistar la fortaleza.
Según el general romano e historiador, el líder del grupo judío Eleazar Ben Yair reunió a sus hombres la noche antes del asedio y propuso darse muerte entre ellos mismos para evitar el emprisionamiento y la esclavitud a manos de los romanos.
Como el suicidio esta prohibido en las leyes del judaísmo, los hombres mataron a sus familias, y posteriormente eligieron por suertes a diez de ellos para quitar la vida al resto. Luego esos diez eligieron a uno que daría muerte al resto y antes de quitarse la suya, prendió fuego a la fortaleza, excepto el depósito de víveres, como muestra de su determinación y no de desesperación.
«Cuando allí se toparon con el montón de muertos, no se alegraron, como suele ocurrir con los enemigos, sino que se llenaron de admiración por la valentía de su resolución y por el firme menosprecio de la muerte que tanta gente había demostrado con sus obras», escribió Josefo.
El difunto arqueólogo israelí, Yigael Yadin, de la Universidad Hebrea de Jerusalén, defiende la veracidad de esta historia y asegura haber hallado durante la excavación que condujo en el sitio a mediados de los años sesenta una serie de objetos que lo probaron. Incluso escribió un libro en 1966 llamado «Masada: Fortaleza de Heródes y la Última Resistencia de los zelotes», el cual pasó a ser un best seller.
El profesor de antropología y director del Instituto Arqueológico del Capitolio de la Universidad George Washington, Eric H. Cline, destaca que las excavaciones de Yadin en Israel, como las que dirigió en los sitios de Hazor en los años 50 y Masada en los 60, fueron emprendidos en parte con la esperanza de reforzar demandas judías a la tierra ligándolas a las historias bíblicas y a otros acontecimientos famosos.
Por tal razón, algunos expertos han acusado a Yadin de empujar una agenda política utilizando los hallazgos de Masada.
Nachman Ben-Yehuda, sociólogo también en la Universidad Hebrea de Jerusalén, publicó su propia interpretación de los hallazgos de Masada en dos libros separados: El Mito de Masada y Sacrificar la Verdad. En ellos concluyó que Yadin había errado en muchas de sus interpretaciones, tal vez deliberadamente, con la finalidad de crear una narrativa nacionalista para ayudar al joven Estado de Israel a forjarse una identidad por sí mismo.
No obstante, a Yadin no le faltan defensores. Otro profesor de la Universidad Hebrea de Jerusalén, Amnon Ben-Tor, revisó los hallazgos de la excavación de Yadin, en la que el también participó, y descartó los puntos de Ben-Yehuda en su libro Back to Masada.
El debate sobre este misterio continúa y es un ejemplo de la relación entre los anales históricos y la arqueología. Como no podemos estar 100% seguros de que el relato de Flavio Josefo sea verídico, la arqueología sirve para corroborar -o desmentir- el antiguo texto. ¿Tú que opinas?
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