Como suele decir ese famoso dicho: «queremos todo aquello que no tenemos». Pero en ocasiones los deseos alcanzan cuotas casi desesperantes y difíciles de comprender. Uno de los rasgos más característicos de las mujeres asiáticas y quizá de los más bellos son, sin duda, sus ojos rasgados. Puede que a la mayoría de nosotros, como occidentales, veamos con atractivo esas características de las mujeres coreanas, chinas y japonesas. Sin embargo, últimamente parecen estar rebelándose contra esas características propias de sus pueblos. Lo que llegan a hacer para parecerse a las mujeres occidentales seguro que va a sorprenderte…
Unos ojos cuadrados, por favor
No tenemos más que recordar los siempre atractivos dibujos anime. Jóvenes de largas piernas, llamativos cabellos de colores y, cómo no, espléndidos ojos de lineas muy cuadradas. Casi siempre nos es difícil adivinar en ellos los rasgos orientales o asiáticos. Sencillamente, nos deleitan con miradas amplias como ventanas donde obviamente, ninguna muchacha puede identificarse.
Los cánones de belleza están siempre muy orientados al mundo occidental y esto parece que no pasa por alto para éstas mujeres que, como muchas japonesas, por ejemplo, ansían tener un ojo menos rasgado u oblicuo. Los ojos orientales, para los japoneses, se conocen como «hitoe»(一重), mientras que los de los occidentales se denominan «futae»(二重), con la presencia del kanji de «dos», ahí donde se simboliza ese doble párpado, que, según ellos, nos hace a los occidentales y poder abrir más el ojo.
¿Y cuál es la moda más habitual últimamente entre las jóvenes asiáticas? La cirugía estética o una técnica menos radical: aplicarse un pegamento para alzar el párpado. Y los padres, no dudan en absoluto en invertir las cantidades que sean para que sus niñas sean más felices. Obviamente, estos caprichos estéticos solo están al alcance de las personas con más recursos, ahí donde no duelen los 5.000 dólares, por ejemplo, para «occidentalizar» un poco más a las jóvenes. ¿Y qué es eso de «occidentalizarse»? Te preguntarás. Pues, en esencia, se trata de agrandar el ojo corrigiendo los párpados. Y, aún más, es necesario corregir ese rostro redondo y esa nariz chata tan habitual en los rasgos asiáticos. Así que el «bisturí» pasa además por limar lo huesos de la mandíbula y aumentar un poquito la nariz mediante unas prótesis. ¿Soprendido/a? ¿Espeluznado/a? ¿O comprendes quizá las ansias de estas mujeres?
Para todas aquellas chicas que no disponen de medios económicos existen recursos más sencillos. En casi cualquier tienda de cosmética pueden encontrar un original set para pegarse el párpado superior, y así agrandar un poco más sus miradas. Puedes ver un vídeo muy ilustrativo de cómo se hace en este mismo artículo; seguro que te sorprende. Mientras, muchos médicos de cirugía plástica están enriqueciéndose gracias a esta ansiedad por «occidentalizarse». Médicos como el Dr. Kim Byung-gun, jefe de la mayor clínica de cirugía plástica de Seúl, Corea del Sur, afirma que se llegan a hacer cerca de 100 operaciones al día para reformar párpados, remodelar contornos faciales y narices. Muchas, muchas narices al día e infinidad de ojos de jovencitas que no son felices con las clásicas facciones asiáticas.
Toda una tristeza incomprensible, además de una dictadura sin sentido que hace de muchos occidentales e infinidad de orientales sean víctimas de unas modas que no hacen más que originar máscaras de extrañeza. Aunque si con ello, son más felices, no tenemos absolutamente nada que objetar. ¿Estás de acuerdo? ¿Cuál es tu opinión?
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