Las mujeres parecen haberse mantenido en un segundo plano en los grandes acontecimientos de la historia. Sin embargo, se van descubriendo grupos que, aunque de manera esporádica, sí intervinieron directamente en la política y en las batallas de las épocas en que vivieron. En Supercurioso os hablamos de las guerreras de la orden del hacha, y en esta ocasión queremos daros a conocer el escuadrón de mujeres espías de Catalina de Medici.
El escuadrón de mujeres espías de Catalina de Medici
Catalina de Médici nació en Florencia en 1519 en el seno de una familia de la nobleza. Contrajo nupcias con Enrique II de Francia a los 14 años y fue reina consorte entre 1547 y 1559. Tuvo numerosa descendencia y entre sus hijos varones 3 de ellos llegaron al trono de Francia: Francisco II, Carlos IX y Enrique III. Durante su matrimonio su marido la mantuvo apartada de la política, pero observó el gran poder que Diana de Poitiers, amante real, tenía sobre su esposo. Con esta idea en la cabeza, al quedarse viuda, empezó a participar activamente en la política de su país. Primero como madre del rey Francisco II, que falleció con 15 años, como regente con su segundo hijo, Carlos IX y a la muerte de éste como consejera del tercero de sus hijos Enrique III.
Gran aficionada a los festejos suntuosos, los utilizaba con fines políticos. Por un lado demostraban a los otros reinos que Francia era poderosa, por otro mantenían ocupados a los nobles, que entretenidos no tenían tiempo de conspirar contra la monarquía, y por último, le servían como base para desplegar su «escuadrón volante».
El «escuadrón volante» de mujeres espías creado por Catalina obedecía a lo observado durante su matrimonio. Los hombres enamorados se dejan influir y aconsejar por su amada y no dudan en explicarle secretos que de otra manera no revelarían. Así pues, Catalina entrenó y mantuvo a un grupo de 80 mujeres que obedecían sus órdenes y espiaban para ella. Estas damas en principio eran presentadas como una atracción más (llegaron a hacer de camareras con el pecho desnudo) de sus festejos para luego mezclarse con los invitados. Éstos eran ministros, políticos, nobles, diplomáticos, religiosos etc. y las mujeres del escuadrón, todas bellísimas, debían conquistarlos para sacar información o conducirlos por el camino que la reina indicaba.
Catalina de Medici les exigía belleza, cuerpos armoniosos, ausencia de vicios, obediencia ciega y pocos escrúpulos en todos los sentidos, pues debían seducir a los caballeros e incluso conseguir que se enemistasen entre ellos por sus favores. Se decía que eran expertas en las artes amatorias. Debían vigilar no quedar embarazadas, pues entonces eran automáticamente expulsadas del escuadrón. A cambio, la reina les proporcionaba todas las comodidades, generosas retribuciones y su agradecimiento.
¿Os parece lícita la manera de hacer política de Catalina? ¿Creéis que hoy en día se dan casos parecidos de espionaje en la política?
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