Como si de una cacería de brujas se tratara, más de 300 sospechosos fueron interrogados, sin que se hallara entre ellos al verdadero autor de las horripilantes matanzas a jóvenes prostitutas, mutiladas y desfiguradas en 1888.
Buscaron hasta debajo de las piedras para dar con su paradero. Los residentes del tumultuoso barrio de Whitechapel fueron puestos en alerta y convocados a aunar esfuerzos con la policía, con el objetivo de desvelar uno de los mayores misterios del siglo XIX: descubrir la identidad de Jack el Destripador, un personaje que aún en estos días sigue generando todo tipo de teorías no comprobadas.
La más actual pretende dar por finalizada la búsqueda, exponiendo el nombre de aquél sujeto que burló durante décadas a sus persecutores.
¿La identidad de Jack el Destripador revelada en esta hipótesis?
La identidad de Jack el Destripador, el enigmático asesino serial que en la época victoriana fue acusado de asesinar a sangre fría a cinco prostitutas -y posiblemente a otras más-, rasgándoles el cuello, extirpándoles los órganos, destruyéndoles el rostro, vuelve a ser blanco de especulaciones con el hallazgo de un diario que, según el investigador Robert Smith, responde esta gran intriga.
Hace 25 años se conoció por primera vez sobre su existencia, después de que un vendedor de chatarra de Liverpool llamado Mike Barrett, contactara a unos investigadores para informarles acerca de estos escritos, hechos a puño y letra por quien admitía ser el mismísimo Jack el Destripador.
Barrett explicó que el diario le fue obsequiado por un amigo de la familia, Tony Devereux. Como es propio en estos casos, los investigadores fueron tras él para conocer el lugar de procedencia del ejemplar, en cambio se enteraron que el antiguo poseedor del texto falleció al corto tiempo de iniciar la investigación. Con esta noticia, se resignaron a pensar que el asunto con el diario no era más que otra artimaña, orquestada por uno de tantos hombres que aseguraban ser el indescifrable homicida.
Pero la historia no quedó allí. Años más tarde, Robert Smith analizaría el contenido de aquel ejemplar, para afirmar en el libro “25 Años del diario de Jack el Destripador: Los hechos verdaderos” que James Maybrick, un comerciante de algodón de Liverpool, era el sádico criminal de Whitechapel.
De acuerdo a su hipótesis, el escrito fue encontrado en 1992 por tres electricistas que laboraban en la casa en la que James MayBrick residía. Convencido de su autenticidad, en 1993 publicó una obra poco valorada que incluía fragmentos del diario. En ella versaba lo siguiente:
«Doy el nombre por el que todos ustedes me conocen, para que la historia pueda saber lo que el amor hace con un hombre nacido como caballero. Su servidor, Jack el Destripador».
En este libro se plasma además que James MayBrick, el supuesto Jack el Destripador, pasó sus últimos días gozando de privilegios. Vivió en una opulenta propiedad ubicada en el barrio de Merseyside de Aigburth, conocida como Battlecrease House. Pertenecía a una familia acomodada. Murió en 1889 a los 50 años por envenenamiento, pero nada más se conoce acerca este sujeto que integra la extensa lista de sospechosos, junto a Sir Arthur Conan Doyle, el creador del personaje Sherlock Holmes, también un famoso cirujano y otros personajes con los que esperaban ponerle nombre y apellido al infame destripador.
A Smith no le caben dudas de que el documento de unas 9 mil palabras es genuino, y procura convencernos de ello. No obstante, estos alegatos serán puestos bajo la lupa de otros investigadores. Es por tanto que la identidad de Jack el Destripador sigue siendo, en realidad, un misterio hasta que se demuestre lo contrario.
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