Por todas partes sigue escuchándose la teoría de que un estornudo, o varios seguidos, pueden ofrecer la sensación de un pequeño orgasmo, para ser un poco más específicos: de un 10% de orgasmo. ¿Qué tiene de cierto? ¿Existe esa relación entre orgasmos y estornudos? Porque sabemos que tú también eres Supercurioso, ¡te lo contamos!
Orgasmos y estornudos: ¿tienen que ver?
Algunas pruebas sugieren que los estornudos pueden ser percibidos como ‘orgásmicos’ debido a la liberación repentina de tensión, después de una acumulación. De hecho, sí existen similitudes: ambas son respuestas involuntarias y liberan endorfinas en el cerebro, razón por la cual hacen sentir bien.
Algo debe quedar claro: difícilmente existe algo sensual en los estornudos, que no son más que el acto de deshacernos de los gérmenes, soplando aire fuera de nuestras narices.
Aún así, seguiremos con las similitudes: la nariz contiene tejido eréctil, capaz de endurecerse con sangre. Durante la excitación sexual, el tejido sexual eréctil experimenta un aumento del flujo sanguíneo, por ejemplo. Asimismo, nuestros sistemas nerviosos son estructuras altamente conservadas, con muchas señales que atraviesan la misma maquinaria.
Algunos observadores han señalado la semejanza entre las expresiones faciales de alguien experimentado un estornudo medio o un orgasmo medio o bostezo. Por lo que no es raro que ya existan algunos que tienen un fetiche de estornudos, por lo que estornudar o ver a alguien estornudar puede despertar en ellos cierta excitación sexual.
El tronco cerebral maneja las señales para los estornudos y otros reflejos inconscientes, incluyendo la excitación, la transmisión de los impulsos nerviosos entre el cerebro y la médula espinal. Por lo tanto, es posible que exista una «fuga» neurológica en aquellos con fetiche alrededor de los estornudos o en los que se sienten atraídos o sexualmente estimulados por el acto de estornudar.
A pesar de todos esos datos, ninguno de estos factores crea la misma sensación que un orgasmo.
Por otro lado, en una noticia de 2008 de The Guardian, se informó sobre un problema poco reconocido que puede ser «mucho más común de lo esperado». En ese artículo describieron el caso de un hombre de mediana edad que sufriría ataques descontrolados de estornudos ya sea en respuesta a pensamientos sexuales o después del orgasmo.
En conclusión, podría haber similitudes entre ambos, orgasmos y estornudos, sin embargo, la evidencia prueba que las sensaciones no son comparables y que no, un estornudo, o varios de ellos, no ofrecen la misma sensación que un orgasmo a los seres humanos en general. ¿Se imaginan que sí? El polvo para estornudar de las tiendas de bromas se convertiría en el producto favorito de muchos.
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