Es posible que te haya pasado; compras patatas, las pones en alguna parte de tu alacena y las olvidas por algunos días, cuando regresas, descubres que están verdes y han empezado a germinar; aquellas raíces les dan una apariencia extraterrestre. ¿Qué haces con las patatas verdes? ¿Cortas los brotes y las cocinas o botas las patatas? Existen historias de personas que se han intoxicado por comerlas, pero ¿son tóxicas? ¡Descubre más!
¿Es posible intoxicarse por comer patatas verdes o germinadas?
Algunas veces, las personas creen que las patatas son vegetales de raíz por que crecen bajo el suelo como las zanahorias u otros cultivos semejantes, pero lo cierto es que son conocidas como tubérculos. Los tubérculos son tallos compactos e hinchados que se producen bajo tierra hasta que la planta que produjo la cosecha, conocida como planta madre, finalmente muere.
Al crecer bajo tierra, los tubérculos son menos propensos a sufrir las consecuencias del frío, ya que de alguna manera se encuentran protegidos.
Es muy posible que sepas que las patatas son altas en carbohidratos, pero ¿por qué? Resulta que para resistir al invierno, las patatas acumulan “comida” en forma de azúcares que forman por medio de la fotosíntesis; al transformar el agua y el dióxido de carbono en glucosa.
Mientras que algunas patatas utilizan esta energía de inmediato, las que viven por más temporadas de cultivo la almacenan un poco para la germinar la próxima primavera, ¡muy interesante!
¿Has escuchado alguna vez que es mejor no comer patadas verdes? Cuando las patatas quedan expuestas al calor y la luz, es muy probable que empiecen a germinar. Si miras una papa de cerca, podrás ver algunos puntos u “ojos” sobre su cáscara, estos son los nodos del tallo, y sobre un tallo normal en el suelo, es donde crecen las ramas y las hojas.
Esta exposición a la luz genera reacciones fisiológicas en el tubérculo; se produce clorofila, lo que le da el color verde, y no es perjudicial, pero también se desencadena la producción de Solanina, un glucoalcaloide tóxico de sabor amargo, que si se consume en grandes cantidades, puede ser toxico para los seres humanos.
Los síntomas que se pueden presentar por la intoxicación con Solanina incluyen nauseas, mareos, vómitos, calambres en el estómago, ardor en la garganta y dolor de cabeza. La Solanina tiende a acumularse bajo la piel de las patatas verdes junto con la clorofila, y también en los brotes, así que es mejor no consumir las patatas si están muy verdes o germinadas, para evitar el consumo de Solanina.
Si decides consumirlas, lo mejor es quitar todas las raíces y las áreas verdes, pero incluso así puedes notar un sabor un poco amargo, debido a que el proceso de crecimiento ya ha empezado, lo que también indica que empezó la asimilación de azucares y vitaminas de la patata, por lo que es menos nutritiva también.
Pese a que la Solanina que se genera en las patatas verdes es tóxica, no te causará daño si se consume en pequeñas cantidades, pero evítala mientras puedas, como te decíamos, eliminado las partes verdes y los brotes o consumiéndolas antes de que estos germinen. Recuerda: para retrasar el proceso de crecimiento de los brotes, guárdalas en un lugar oscuro y seco.
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