Si algún día te acercas al «War Museum» de Londres de la calle Lambeth, es muy posible que el objeto que más te llame la atención sea un viejo armario.
Lo primero que se nos pasa por la cabeza al verlo, es el claro deseo de abrirlo para tocar sus paredes y descubrir qué hay dentro. Como si de algún modo, pudiéramos cruzarlo y llegar a Narnia. No obstante, si esto fuera posible, el lugar a que nos transportaría sería a un periodo muy oscuro de nuestro pasado: a la Primera Guerra Mundial
Además, seríamos testigos de la dura vivencia de un hombre, de un soldado llamado Patrick Fowler. La suya es una historia de valentía, resistencia y un inmenso valor que fue reconocido por su país, y que hoy, deseamos traerte en nuestro espacio.
Porque lejos de lo que pensemos al leer el título del presente artículo: este soldado del regimiento de los Húsares, nunca fue un cobarde.
Estamos seguros de que este «pedacito» de historia te va a resultar interesante.
Patrick Fowler, el soldado que pasó cuatro años en un armario
A día de hoy este mismo armario reside en el museo de la guerra de Londres, una proeza curiosa que llena de admiración y que, aún hoy, es símbolo de orgullo británico y francés. De hecho, te gustará saber que la viuda, Marie Belmont-Gobert fue distinguida con la Orden del Imperio Británico.
¿Hay alguna historia similar en tu país? No dudes en dejarnos tus comentarios mientras recuerdas nuestro artículo sobre la leyenda del perro infernal de la primera Guerra Mundial.