¿Alguna vez has pensado que el orden de tu nacimiento pueda estar vinculado con los rasgos más dominantes de tu personalidad? ¿Eres el menor consentido?, ¿el del medio luchando por atención?, o ¿quizás el mayor con complejo de «padre»? Aquí te contamos esta interesante teoría de Alfred Adler (1870-1937), médico y psicoterapeuta.
Perfiles de personalidad según tu orden de nacimiento
Los primogénitos: Líderes
No es nada fuera de lo normal ver hermanos mayores tomar actitudes típicas de los padres, algo que se debe a que, inconscientemente, sienten que deben ayudar y se creen parte de ese equipo que educa al o los más pequeños. Precisamente por ello, también tienden a adoptar los rasgos de un líder poderoso y a tener el impulso de ayudar y proteger al prójimo.
Se plantean la complacencia de sus padres como una meta primordial, por lo que suelen ser más obedientes.
Además de eso, los primeros niños también tienden a ser más conservadores, agresivos, ansiosos, responsables y competitivos.
Los del medio: niño sándwich
El famoso síndrome del niño sandwich. Por ser los del medio, estos niños tienden a ser dados por sentado: no son la novedad, los padres ya saben un poco más de paternidad y como resultado ellos tienden a sentirse dejados atrás y crecen con el sentimiento de que siempre tienen que luchar por la atención de sus padres.
Es posible que esta se la razón por la que la mayoría sean ambiciosos, y son los que a menudo terminan siendo empresarios exitosos. También son muy apasionados cuand se hallan ante una injusticia y tienden a cultivar amistades muy íntimas fuera de la familia. Son mediadores naturales y suelen evitar la confrontación a toda costa.
Los menores: los que entretienen
Una vez que los padres alcanzan un nivel de comodidad con su papel de padres, suelen convertirse en permisivos. Como resultado, tienen hijos menores que suelen salirse con la suya y recibir mucha atención. Por ello, los hijos menores desarrollan un gran sentido del amor propio que los impulsa a alcanzar sus objetivos y sueños. Con todos los ojos sobre ellos, los benjamines se hacen los encargados de entretener a la familia. Tienden a ser extrovertidos y sociables, y por lo general tienen muchos amigos íntimos. Por la sobreprotección de sus seres queridos, pueden hacerse irresponsables, dependientes, egoístas y manipuladores.
¿Y qué pasa con los hijos únicos?
Bueno, al no tener hermanos con los que competir, los hijos únicos a menudo compiten con sus padres. Pueden desarrollar los rasgos del primero o del último hijo en nacer. Tienden a ser egocéntricos y podrían ser algo dependientes, ya que se acostumbran a contar con sus padres a todas horas desde pequeños.
Sin embargo, hay ciertas discrepancias en varios aspectos entre la teoría de Adler y algunos representantes de la psicología moderna que afirman que el hijo único tiende a ser más independiente. Y agregan que también puede resultar más egoísta, compartir es algo que le resulta muy difícil.
En el caso de los gemelos
Uno de ellos, por lo general, toma el papel dominante de un primogénito. Los gemelos desarrollan una cercanía muy por encima de la que pueden tener otros hermanos. La cercanía entre ellos les ayuda a ser más confiados, pero esto también los hace dependientes el uno del otro.
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Imágenes: amyelizabethquinn; bmewett