Si actualmente cualquier persona con una peculiaridad física despierta interés, hace siglos el ser diferente te convertía en candidato a ser exhibido en ferias y circos como espectáculo humano que avivaba la morbosidad de un público que no conocía más que lo que tenía a su alrededor. El caso de Petrus Gonsalvus, por suerte, a pesar de vivir entre los siglos XVI y XVII, es completamente diferente. Petrus Gonsalvus, el hombre lobo canario, llegó a obtener un título nobiliario en el corte del rey de Francia.
Petrus Gonsalvus, el hombre lobo canario
Pedro González nació en 1537 en Tenerife. Desde su nacimiento se vio afectado por una rara enfermedad, la hipertricosis congénita. Es el primer caso documentado de esta enfermedad. Se le conoció en todo Europa como Petrus Gonsalvus, el Hombre Lobo Canario o el Salvaje Gentilhombre de Tenerife. Era hijo de un cacique guanche y a los 10 años fue llevado a la corte del rey Enrique II de Francia en calidad de «presente». Por la inmensa cantidad de vello que cubría su cuerpo y su cara y por proceder de «unas lejanas islas del Atlántico» se le consideró un salvaje. Por una descripción de la época sabemos que el vello era de color rubio oscuro, de unos 9 cm. de largo, muy suave y que no olía mal. El rey francés y su corte estaban entusiasmados con el chico y se propusieron demostrar que era posible educar a un «salvaje».
Se le educó en palacio como si fuera un aristócrata, aprendió latín, humanidades y buenas costumbres, hasta moverse por la corte como cualquier gentilhombre. Fue nombrado por el rey como uno de sus sommeliers y se le concedió una generosa retribución por sus servicios. Le fue concedido el título de Don, por ser descendiente de un rey guanche. Se casó con una noble parisina, camarera del servicio de la reina, y tuvieron 6 hijos, 4 de los cuales heredaron la hipertricosis de su padre.
Después de 44 años en la corte francesa, a la muerte de la reina, se trasladaron a Italia. Pedro y su familia estuviron al servicio del duque de Parma hasta que el hombre lobo falleció a los 80 años. Pedro y su familia demostraron con total éxito, a la Europa de la época, que su particularidad física no los hacía diferentes del resto de la gente.
Petrus Gonsalvus y su familia son importantes por ser el primer caso de hipertricosis documentado en Europa. Se les hicieron numerosos retratos durante su vida y algunos de ellos se conservaron en el castillo de Ambrás en Innsbruck (Austria). Debido a este hecho a la hipertricosis se la conoció durante mucho tiempo como el síndrome de Ambrás.
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