La mayoría de los psicólogos están de acuerdo en que los colores afectan la forma en que percibimos ciertas situaciones y, de acuerdo algunas investigaciones, el poder de los colores sobre nuestro cerebro es considerable. Descubre qué tanto influyen.
El poder de los colores sobre nuestro cerebro podría sorprenderte
Algunos investigadores coinciden en que nuestro cerebro conecta innatamente los colores con los sentimientos, mientras que otros creen que los sentimientos que asociamos con cada color son aprendidos. Por ejemplo, los psicólogos que han investigado el color rojo están de acuerdo en que la mayoría de las personas lo asocian con el peligro.
Esta podría ser una conexión general que nuestro cerebro está preparado para hacer, o podríamos haber aprendido la asociación entre el rojo y el peligro de experiencias vividas. Sin embargo, la mayoría de los psicólogos creen que nuestro cerebro interpreta el color por una razón y que, por lo tanto, cada color debe afectarnos de una manera diferente.
Hablando del color rojo, hay otros hechos sorprendentes sobre la forma en que este color nos hace actuar. Por ejemplo, para las mujeres, usar rojo puede ser beneficioso. Un estudio realizado en 2012 encontró que las camareras que vestían de rojo recibieron propinas entre un 14,6% y un 26,1% mayores de clientes hombres, en comparación con las trabajadoras que llevan otros colores. Curiosamente, el estudio encontró que el rojo no tuvo ningún efecto sobre las propinas dadas por mujeres a las camareras. La razón de esto es que el rojo aumenta el atractivo físico y sexual de las mujeres.
De la misma manera, el rojo también puede aumentar la velocidad y la fuerza de nuestras reacciones. Un estudio realizado en la Universidad de Rochester encontró que cuando los humanos ven rojo, sus reacciones se vuelven más fuertes. Además, descubrieron que el rojo aumenta los niveles de ansiedad, por lo que un atleta que está compitiendo contra alguien que está usando rojo tiende a perder, por ejemplo.
Por otro lado, tenemos al naranja, un color que tienden a asociar con el calor. Si una habitación está pintada de naranja, es más probable que asumamos que la temperatura es mayor de lo que realmente es. El calor tiende a relajar nuestros músculos, y en un estudio cuantitativo en 1979, los investigadores encontraron que la naranja tiene un «efecto de debilitamiento endocrino basado en el funcionamiento del músculo», efectivamente relajándonos de formas que podemos medir directamente.
El amarillo es considerado por psicólogos de color como Eiseman y Wright, como «el color más fuerte», ya que se cree que está asociado con las emociones, la autoestima y la creatividad.
La emoción más comúnmente pensada que surge en presencia del color amarillo es la felicidad.
De la misma manera, los psicólogos han encontrado que el verde puede aumentar la creatividad. También han concluido que está asociado con el pensamiento complejo y el pensamiento de más alto nivel, así como la relajación, el enfoque hacia el interior, y las acciones de calma.
El rosa tiene efectos interesantes en el comportamiento también. Un estudio de 1979 lo descubrió cuando presos fueron colocados en una celda pintada de color rosa brillante. Los presos inmediatamente se volvieron menos agresivos, y sus músculos relajados. Sus sentimientos de inquietud y frustración también disminuyeron significativamente. Hoy en día, el 20% de las cárceles en Suiza tiene al menos una celda rosada reservada para los prisioneros indisciplinados.
¿Has experimentado alguno de estos efectos? ¿Imaginabas que era tanto el poder de los colores?
Si te ha interesado este tema, no te pierdas: