¿Y si tu vecino del tercero fuese un psicópata? ¿Serías capaz de identificarlo o saldrías en la tele diciendo que “siempre saludaba”? ¡Descubre cómo identificar a un psicópata!
Alrededor del 0,6% al 4% de la población presenta rasgos psicópatas, un trastorno de la personalidad que afecta a los hombres con más frecuencia que a las mujeres.
El profesor Robert Hare, psicólogo criminal, ha creado la PCL-R, una evaluación psicológica capaz de determinar si alguien es un psicópata. Para conseguirlo, trabajó durante décadas estudiando personas con psicopatía.
El cerebro de las personas psicópatas son diferentes a los sanos, presentan una corteza prefrontal, la parte que regula el comportamiento, el control de impulsos y la planificación y una amígdala deformes.
«Un psicópata ve el mundo de una manera muy diferente. Son como los daltónicos, que tratan de entender el color rojo, pero en este caso, en vez de un color, son las emociones de otras personas” afirma el profesor.
Rasgos para identificar a un psicópata
Su lista contiene 20 criterios a los que se les puede otorgar una puntuación de 0 (si no se aplica a la persona), 1 (si se aplica parcialmente) o 2 (si se aplica plenamente). Repasamos algunos de los más importantes:
No tienen miedo, ni remordimientos – Uno de los rasgos identificativos de los psicópatas es que no sienten miedo, ni culpabilidad, ni ansiedad. En otras palabras, no tienen conciencia, ni les importan las consecuencias sociales de sus acciones, aunque saben que existen.
Falta de empatía – Los psicópatas no son seres empáticos, no son capaces de ponerse en el lugar del otro, de tener en cuenta sus emociones, sólo piensan en sí mismos.
Ocultan su verdadera cara – Suelen ser personas encantadoras, extrovertidas, con mucho carisma, seguras de sí mismas y muy sociables. Por eso siempre saludan.
Impulsivos – Simplemente hacen lo que les apetece cuando quieren, sin pensar en las consecuencias o si está bien o mal.
Se aburren con facilidad – Tienen una cierta tendencia al aburrimiento que les lleva, en algunos casos, a realizar actividades delictivas como meterse en peleas o conducir borrachos para obtener estímulos.
Irresponsables– Tienen la sensación de que no deben rendir cuentas a nadie, por ejemplo si no les apetece, no van a trabajar.
Manipuladores – Siempre saben qué tienen que decir o qué hacer para conseguir lo que quieren.
Mentirosos patológicos – Emplean la mentira como arma esencial para lograr sus objetivos o justificar sus acciones.
Elevada autoestima – Se creen mejores que el resto de la población y, por ello, se sienten con derecho sobre ellos.
Grandes oradores – Poseen la habilidad de la oratoria y te pueden convencer casi de cualquier cosa.
Frívolos y superficiales – Los psicópatas no sienten emociones, aunque pueden simularlas si es necesario.
No aceptan sus errores – Son incapaces de aceptar sus errores, la culpa es siempre de los demás.
Carecen de metas realistas – No se plantean su vida a largo plazo, por lo que no se imponen metas.
Promiscuos – Suelen tener relaciones breves y mantenidas simultáneamente. Les gusta presumir de sus conquistas.
No se comprometen – Huyen de los compromisos sentimentales y si se casan sus matrimonios son de corta duración.
Además, los psicópatas tienden a delinquir durante la juventud y muestran problemas de conducta desde la niñez.
Distintos grados de psicopatía
Aunque cuando pensamos en psicópata directamente nos imaginamos a un asesino en serie, lo cierto es que la gran mayoría no se acaban convirtiendo en criminales, pero no poseen ningún tipo de empatía, ni aprecio por los demás.
Cuando una persona, decide llevar a cabo una acción que sabe que va a tener consecuencias negativas para una gran cantidad de gente y no le importa, ni siente remordimientos de ningún tipo, seguramente estamos ante un psicópata.
«Muchas personas en la población tienen altos niveles de psicopatía, pero no todos ellos se convierten en delincuentes. De hecho, muchos de ellos, debido a su labia y encanto y la voluntad de pasar por encima de las personas en su camino, llegar a ser muy exitosos. Se convierten en directores ejecutivos, atletas profesionales, soldados… Estas personas son admiradas por su valor, sus habilidades comunicativas y su voluntad de aplastar todos los obstáculos en su camino. Simplemente tener la psicopatía no nos dice que una persona cometerá un delito”, señala el profesor.
¿Te has identificado con alguno de los rasgos? ¿O conoces alguien que sí encaja? ¡Cuéntanoslo en las redes sociales!