¿Podrías explicarnos cómo se va desde tu casa a la estación más próxima de metro? Estamos seguros de que mientras intentas dar detalle de estas indicaciones a cualquier persona, tus ojos se estarán moviendo de modo involuntario hacia a algún punto alejado de la realidad. Como suspendidos en un vacío mientras el cerebro va procesando la información.
No miramos nada en concreto. Estamos más pendientes de la información interna, en acceder a ella y tenerla a nuestra disposición. A este fenómeno se le llama movimiento ocular sacádico, un hecho curioso que seguro habrás observado en los demás. ¡Pero tú también lo haces! Te explicamos a qué se debe.
Cuando movemos los ojos sin darnos cuenta
Hasta no hace mucho, se tenía una curiosa teoría de la que seguro has oído hablar. Se sugería, que los que movimientos de los ojos hacia la derecha, están guiados por el hemisferio cerebral izquierdo y relacionados a su vez con el pensamiento verbal. Mientras que los movimientos de los ojos hacia la izquierda, se relacionan cuando el cerebro necesita acceder a imágenes visuales. Se contaba además, que cada vez que dirigimos la mirada hacia la derecha, estamos inventando algo. Es decir, estamos mintiendo. Pero ojo, esto no es absoluto concluyente ni se dispone de ningún estudio que lo avale.
Pero ahora bien, nuestros ojos se mueven cuando pensamos. Y lo hacen en una dirección y en otra. Algo que siempre ha inquietado a los científicos. Han sido pues un grupo de médicos y psiquiatras del Queens College de Nueva York quienes han llevado a cabo un estudio, para llegar a alguna conclusión.
Uno de los datos que observaron fue que las personas, mueven los ojos en el doble de ocasiones cuando necesitan emplear su memoria de largo plazo; por ejemplo cuando piensan en sonidos, o tiene que recordar canciones. O incluso sus letras.
Interesante saber que este movimiento ocular se da incluso a oscuras. Es decir, cuando estás por la noche en tu cama pensando en las cosas del día o proyectando planes para el día siguiente, sigues moviendo tus ojos a un lado u otro sin darte cuenta.
Pero ¿Por qué lo hacemos realmente? El trabajo de este equipo de científicos se publicó en el “Current Directions in Psychological Sciencie”, y nos reveló algo interesante. El movimiento de los ojos estaría pues relacionado con la necesidad que tenemos de recuperar hechos, o datos de la memoria a largo plazo. Ambos circuitos están conectados en algunas áreas cerebrales, como por ejemplo los ganglios basales, el cerebelo, los campos oculares frontales, el córtex prefrontal dorsolateral y otras varias.
Todos están activos cuando necesitamos recordar cosas instaladas en esa memoria más profunda, se activan, y al hacerlo, se estimula también los nervios ópticos. De ahí que se muevan a un lado u otro. Es pura casualidad. Tan fácil como esto. Tan asombroso como este curioso aspecto que, seguramente, muchos no sabíamos.
El ser humano es fascinante, y está lleno de misterios que vamos resolviendo día a día.