Para muchos, el diente de león no es más que una mala hierba. Los campos están llenos de ellos y estamos más que acostumbrados a verlos. Ahora bien, los que entienden de plantas y de sus propiedades, suelen tener en muy alta estima esta asterácea con múltiples principios medicinales.
Tiene un sabor amargo, es apreciada para preparar infusiones para el hígado y, por encima de todo, tiene un alto valor estético y casi espiritual. Nos encanta soplar sus vilanos, esos delicados pelos plumosos que además de ayudar a la planta a esparcir sus semillas, según la tradición popular nos permitirá a nosotros pedir un deseo.
Dientes de león, historia y tradición
El diente de león se abre por la mañana y se cierra por la noche. Es un movimiento inapreciable a simple vista y que sin embargo, le da majestuosidad. De hecho, recibe su fascinante nombre porque sus hojas recuerdan mucho a los dientes de este animal.
Ahora bien, es precisamente cuando sus hojas se van marchitando, cuando aparece la auténtica magia. La cabezuela seminal de la planta empieza a abrirse cuando el tiempo es seco, y entonces, esos vilanos de forma frágil que estaban apretados, van expandiéndose por las brácteas que se doblan delicadamente hacia atrás… Pueden permanecer en ellos unos días, pero al mínimo aleteo del aire, o una simple vista, se escamparán delicadamente.
Y a nosotros, siempre nos ha encantado coger uno diente de león en este estado de maduración, para soplar con todas nuestras fuerzas la planta y dejar que todos esos vilanos se escampen ante nosotros.
En libros como “The Child and Childhood in Folk-Thought,” de Alexander F. Chamberlain, o en trabajos como «Dandelion Magick: Wonder Plant of Mind, Body and Spirit», nos explican el por qué de esta tradición y otros datos de interés que seguro, captarán tu atención si el diente de león es una de tus plantas favoritas:
– Para que se cumplan tus deseos, debes dar los mismos soplidos al diente de león que la hora en la que te encuentres en ese mismo momento. Es decir, si ahora mismo son las 3 del medio día, deberás dar 3 soplidos. ¿Lo has hecho alguna vez de esta forma?
– Si la novia luce en su ramo de bodas, algún diente de león, la pareja estará destinada a vivir una existencia de dicha y armonía.
– ¿Has soñado alguna vez con dientes de león? En ese caso debes saber que son un símbolo de esperanza y que se relacionan sobre todo con la infancia y el verano.
– A pesar de que estamos muy acostumbrados a soplarlos para pedir deseos, en muchos países lo que se cree en realidad es que en cada vilano enviamos un pensamiento y una emoción para alguna persona en concreto. Es una forma simbólica de demostrar afecto a las personas amadas.
– Nos vamos al medievo. En esta época era muy apreciada la figura de los dientes de león. Simbolizaban el oro y la abundancia, y era común por ejemplo bordarlo en la ropa de los niños para favorecer en ellos un futuro de prosperidad y riqueza.
– Puede que alguna vez hayas leído algún libro de Scott Cunningham. Fue un escritor de éxito en los años 80 y 90 especialista en tratar temas de naturaleza, espiritualidad y tradiciones antiguas. Para él, el diente de león era una de las plantas más poderosas, de ahí que recomendara plantarlos siempre en el noroeste de las casas, para que cuando el viento los acariciara, nos trajera la suerte.
Tanto si creemos en estas tradiciones como si no, hay algo que no podemos negar: soplar una flor seca de diente de león, y ver cómo sus semilla fluyen llevadas por el aire, encierra esos placeres sencillos, que ni aún la madurez ha podido quitar de nuestros caprichos de infancia. ¡Nos encanta!
Y ahora dinos… ¿lo has hecho alguna vez? Si te ha gustado este artículo, descubre también con nosotros si las plantas sufren dolor.