En la actualidad, la eclosión de ficciones tales como Mindhunter, True Detective o El Alienista parecen haber contribuido a que la temática sobre los asesinos en serie despierte más interés que nunca. Si tú también te sientes atraído por el género, es imprescindible que conozcas la historia de Herman Webster Mudgett (más conocido como Dr. Henry Howard Holmes): el primer asesino en serie de Estados Unidos del que se tiene constancia.
Tras su nombre se esconde una historia espeluznante, que cobra especial relevancia por haber desarrollado una incipiente metodología a la hora de cometer los asesinatos, construyendo un hotel propicio para desempeñar esta tarea. A continuación, en Supercurioso te contamos los detalles del caso del primer asesino en serie, que en este caso que se remonta al siglo XIX.
H. H. Holmes: el escalofriante primer asesino en serie estadounidense
Infancia y juventud: el nacimiento de una obsesión
Nacido el 16 de mayo de 1861 en Gilmanton (New Hampshire), y siendo hijo de un padre alcohólico, su condición de buen estudiante en el colegio le hizo ganar unos cuantos enemigos: sus compañeros llegaron a obligarle a coger de las manos a un esqueleto de ciencias y colocar su cara contra la del cráneo. Holmes declararía años después que dicha experiencia le habría resultado tan fascinante que desde ese momento vivió obsesionado con la idea de la muerte, lo que probablemente le impulsó a convertirse en el primer asesino en serie.
A los dieciocho años se casó con una joven rica llamada Clara Loering, gracias a la fortuna de la cual conseguiría pagar sus estudios en la Escuela de Medicina y Cirugía de la Universidad de Michigan. Sería durante su estancia en la institución cuando comenzaría a mostrar un interés desmesurado por las clases de anatomía, especialmente en aquellas en las que se procedía a la disección de cadáveres, robando además varios cadáveres del laboratorio y desfigurándolos para hacerlos pasar por víctimas de accidentes, con el fin de cobrar pólizas de seguro. A su alrededor comenzarían a surgir rumores que afirmaban que sometía a una extrema violencia a su mujer y que fue visto con un niño que posteriormente desapareció. No obstante, a pesar de todas las acusaciones, jamás llegó a iniciarse una investigación policial.
Construcción del «Castillo del terror»
Estando todavía casado con Clara, Holmes se casó posteriormente con Myrta, con quien tuvo una hija en 1889. Aunque los tres vivían oficialmente en Wilmetter (Illinois), Holmes pasaba la mayor parte del tiempo en Chicago, donde trabajaba en una farmacia que terminó adquiriendo a base de falsificaciones contables y malversaciones de fondos, haciendo desaparecer tiempo después a la propietaria. Decidió entonces comprar un solar justo en frente de la calle, con la idea de convertirlo en un enorme hotel, cuyas dimensiones harían que el vecindario lo conociera como «El castillo».
La construcción del edificio se llevó a cabo por distintas empresas y trabajadores, a quienes Holmes contrataba temporalmente para poco tiempo después cancelar sus servicios y no pagarles. Su objetivo era que nadie pudiera llegar a conocer a fondo todos los detalles que escondía su hotel, cuyo interior albergaba laberintos de pasillos que parecían no tener fin, puertas que conducían a muros, escaleras que no llevaban a ningún lugar o puertas que sólo podían abrirse desde el exterior.
Bajo el entarimado se encontraba disimulada una instalación eléctrica que le permitía seguir los movimientos de sus víctimas mediante un panel indicador; podía abrir grifos de gas en distintas habitaciones para asfixiar a sus víctimas sin necesidad de desplazarse hasta la escena del crimen; contaba con distintos instrumentos de tortura y contaba con un montacargas y dos toboganes que trasladaban a los cadáveres hasta la bodega, donde los restos cárnicos eran incinerados o disueltos en tanques llenos de ácido, mientras los órganos eran vendidos a clínicas médicas y los esqueletos a escuelas de medicina.
El fin de la aventura: arresto, confesión y ejecución
Para poner remedio a los escasos ingresos generados por el hotel, nuestro primer asesino en serie decidió incendiar el último piso del inmueble en 1893 incluso con personas en su interior; previamente, claro, habría contratado seguros hasta con cuatro compañías distintas con la intención de sobrar indemnizaciones. No obstante, la investigación que se abrió le obligó a trasladarse a Texas, donde cometería una serie de estafas que le llevarían a ser encarcelado durante un período de tiempo. Una vez liberado bajo fianza, puso en marcha una nueva operación que consistía en que la mujer de su su cómplice Pitezel cobrara la indemnización tras la fingida muerte del marido, presentando como suyo un cadáver anónimo completamente desfigurado a causa de un accidente. Sin embargo, el primer asesino en serie Holmes cambió de idea y decidió matar por sí mismo a su amigo, quedándose con todo el dinero de la primera y matando también a sus hijos.
Frank Geyer fue el detective encargado de seguirle la pista a Holmes, y fue él mismo quien descubrió los cuerpos de las hijas de Pitezel, ayudado por la denuncia de un antiguo compañero de celda de Holmes. De esta manera, el 7 de noviembre de 1984, Holmes fue arrestado en Boston y en octubre de 1896 fue juzgado por el asesinato de su mano derecha, declarado culpable y condenado a sentencia de muerte. Holmes confesó haber matado a 27 personas y el intento de asesinato de 50 es posible que el número fuera mayor; de hecho, algunas investigaciones modernas calculan el número de sus asesinatos ascendía a doscientos. No obstante, sus confesiones fueron bastante inconsistentes, habiéndose declarado inocente en algunas de ellas mientras que en otras alegaba haber sido poseído por Satanás. Finalmente, el 7 de mayo de 1896 sería ahorcado sin mostrar ningún atisbo de ansiedad, miedo o depresión.
Esperamos que te haya resultado interesante conocer la historia del primer asesino en serie en Estados Unidos. Como siempre, en Supercurioso te animamos a que nos dejes un comentario con todas tus impresiones. ¿Conocías el caso del primer asesino en serie registrado? ¿Cuál de todos los detalles de este caso te han resultado más sorprendentes? ¿Conoces otros asesinos en serie de la historia? Estaremos deseando conocer tu opinión.