En el comercio de hoy en día, liderado por el Big Data y las nuevas tecnologías, los medios de intercambio digitales —como las criptodivisas— y la creación de nuevas y mejores plataformas de comercio en línea y análisis del mercado, cómo el nuevo sitio web comercial, han transformado las dinámicas de negociación, siempre en aras de aumentar la seguridad y la confianza. Sin embargo, el rápido progreso en este campo nos lleva a preguntarnos sobre los orígenes del dinero, un activo fundamental para el desarrollo. Por tal razón y en favor de satisfacer tu curiosidad (y la nuestra), en este artículo te hablaremos sobre cuál fue la primera moneda acuñada oficialmente. Si quieres conocer su historia, no dudes en continuar con nosotros.
El nacimiento de la moneda: ¿Cuál fue la primera en ser acuñada?
La moneda, el más grande invento de la humanidad, fue una creación fortalecida gracias a la civilización Lidia, ubicada al oeste de Anatolia. Fue allí, en el centro de comercio entre Asia y Europa, dónde se acuñaron oficialmente las primeras monedas. Esto sucedió bajo el sello del Rey Aliates de Lidia, alrededor del año 640 a.C. Las monedas acuñadas fueron monedas hechas de una mezcla de oro y plata.
A partir de ahí, el comercio dejó de funcionar exclusivamente a través del trueque, volviendo el intercambio mucho más eficiente y valioso, tanto así que se convirtió en un elemento de control político. Gracias a la acuñación de estas primeras monedas, se facilitó el cobro de los impuestos, se financió a los ejércitos y, claro, se expandió el comercio fuera de las fronteras.
Luego del gran paso dado por Anatolia, la moneda se hizo cada vez más común, logrando impactar, primero que nada, a las civilizaciones mediterráneas.
¿Cuál era el aspecto de las monedas acuñadas en Anatolia?
Estás monedas se fabricaban, cómo ya hemos mencionado, de una aleación de oro y plata, mezcla que recibe el nombre de Electrum, como la misma moneda; también conocida como El León de Lidia.
Estas monedas, generalmente, eran redondas, aunque también se encontraban algunas de formas irregulares y con inscripciones, las cuales podrían ubicarse a uno o ambos lados de la moneda. Vale resaltar que algunas de las primeras monedas encontradas tenían inscripciones que correspondían a los nombres Walwel y Kalil, los cuales podrían ser referencias a los gobernantes del momento en Lidia.
Gracias a su tipo de fabricación, las monedas resultaron bastante eficientes y durables. Lo que además propició la facilidad para transportarlas y la adquisición de valor propio.
Las monedas y otras formas de intercambio
Ya con la acuñación de las primeras monedas, la transformación del intercambio comercial fue inminente; a pesar de que ellas adquirieron una alta relevancia, se debe mencionar que, junto a ellas, se siguieron utilizando otras formas de dinero, cómo el intercambio con sal (de ahí proviene la palabra Salario), con la cual se pagaron salarios de soldados y funcionarios públicos del imperio romano.
Por otro lado, en China la unidad monetaria básica también fueron las monedas, solo que estas eran de cobre o bronce y con una perforación cuadrada en el centro. Sin embargo, a medida que los viajes y el comercio se extendieron, aumentó la demanda de monedas y, por tanto, la necesidad de controlar más eficientemente las divisas. Y aunque intentaron hacerlo con monedas cuyas características les impidieran filtrarse o perderse en tierras extranjeras —como las de hierro—, su transporte resultaba muy difícil. Por ello optaron por manejar instrumentos financieros en papel: de ahí surge el papel moneda o los billetes.
El primer papel moneda del mundo se conoció como jiaozi, y fue creación de la dinastía Song, alrededor del año 1000 de nuestra era.
Sin duda, la historia del dinero es apasionante y este es solo el comienzo. Esperamos que te hayamos inspirado a seguir investigando sobre el tema, para descubrir datos aún más fascinantes. Antes de irte, no dudes en contarnos cuáles otros datos conoces sobre la acuñación de las monedas. ¡Estaremos ansiosos por leerte!