Desde hace años es conocido que la extinción de los dinosaurios se debió, casi con total seguridad, al impacto de un gran meteorito -posiblemente un cometa- contra la tierra, en la península del Yucatán. Este hecho, ocurrido hace más de 66 millones de años, acabó con el 75% de los géneros biológicos. Otros meteoritos han impactado desde entonces contra la superficie de nuestro planeta, aunque han sido de menor tamaño. Sin embargo, la posibilidad de que vuelva a producirse un choque como el conllevó la extinción masiva de especies, no puede descartarse. Lo hemos visto en películas como «Armagedón» o «Deep Impact»: si un cuerpo celeste de gran tamaño llegara a la tierra, el resultado sería catastrófico. Por ese motivo, naciones de todo el mundo se han unido para intentar encontrar una solución. Los más avanzados son 2 proyectos de la NASA para desviar un asteroide rumbo a la Tierra, en uno de los cuales trabajan conjuntamente con la Agencia Espacial Europea.
2 proyectos de la NASA para desviar un asteroide rumbo a la Tierra
El conjunto de los dos proyectos tiene un nombre: es la misión AIDA ( Evaluación de Impacto y Desviación de Asteroides). Su finalidad es medir que efectos tendría un impacto cinético en un asteroide pequeño para después poder trasladarlo a un hipotético asteroide que fuera a chocar contra la Tierra. De momento no se ha observado ningún cuerpo celeste que presente un peligro inminente, por lo que la misión se ha proyectado para el año 2022.
El estudio de la composición del meteorito que cayó en Rusia en 2013 y otros restos por todo el planeta, han dado como resultado que mayoritariamente los meritorios son condritas. La NASA ha buscado un asteroide pequeño que tuviera esta misma composición y cuya desviación no presentase ningún peligro para la Tierra y han elegido al asteroide binario 65803 (Didymos y su luna Didymoon). El cuerpo principal mide unos 800 metros de diámetro y su luna aproximadamente 150.
El primer proyecto lo llevará a cabo la NASA y se le ha llamado DART, por dardo, y consiste en hacer impactar una nave de 300 kg contra Didymoon y ver si se desvía de su trayectoria.
En el segundo proyecto (AIM), en el que está implicada la Agencia Espacial Europea, se posarían dos minisondas en la superficie para medir lo que ocurre antes, durante y después del impacto del «dardo». También se realizarían pruebas en el asteroide a través de un «nanoindentador«. Éste, con su punta de diamante, «pincharía» el asteroide para ver su elasticidad y con los datos obtenidos se podría saber en qué punto y con qué fuerza debería ser impactado el asteroide para conseguir desviarlo de su órbita y que no represente un peligro para la Tierra.
Si quieres conocer más detalles de estos dos proyectos de la NASA para desviar un asteroide, te dejamos un enlace a la página de la NASA donde lo explica. Si quieres saber más sobre la extinción de los dinosaurios, puedes leer el post: 4 teorías sobre la Extinción de los Dinosaurios que te dejarán boquiabierto.